Con esta carta del Superior general ponemos en marcha el nuevo curso

Queridos hermanos y laicos de la Familia pavoniana,

         Al comenzar el mes de septiembre, que para muchas comunidades es el comienzo de un nuevo año de actividad (el tercero después del Capítulo general), tomo como punto de partida unas palabras del Señor, que la liturgia ha proclamado hace unos días y que me han llamado la atención, sobre todo a nivel personal.

 «Todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo, pero no hagáis conforme a sus obras...»

        «… porque dicen, pero no hacen» (Mt 23, 3). Se trata realmente de palabras fuertes de Jesús referidas a los escribas y fariseos, aquéllos que tenían autoridad sobre el pueblo. El valor perenne de las palabras de Jesús hace que sean actuales para nuestro tiempo y valiosas para nuestras relaciones, hoy.

        Estas afirmaciones de Jesús me interpelan personalmente. Pero creo, además, que aquellos de entre nosotros que tienen algún papel de autoridad sienten que el Señor les apremia a preguntarse si lo que exigen de los demás tratan de ponerlo en práctica ellos en primer lugar. Quien está revestido de autoridad tiene la responsabilidad de dar testimonio. Jesús lo señala con fuerza y claridad. Pero también existe en todos la responsabilidad personal de no refugiarse en excusas o pretextos ante las incoherencias de los superiores para eximirse de la fidelidad a sus compromisos. Constantemente la misma palabra de Jesús nos lo recuerda sin ambages: «Todo lo que os digan que guardéis, guardadlo y hacedlo.»

        Se ha escrito que «no pocas veces estamos inclinados a hacer menos exigente nuestra vida de discipulado, porque los que deben dar ejemplo no lo dan o porque somos testigos de incoherencias muy fuertes por parte de los pastores. Tal actitud, además de ser una excusa muy débil, es también un signo de inmadurez humana y espiritual». Todos, por tanto, cualquiera que sea nuestra tarea, estamos unidos por responsabilidades similares. Todos estamos llamados por Jesús para imitarle, que «no ha venido a ser servido sino a servir y dar su vida» (Mt 20, 28).

        Jesús, después de haber lavado los pies de sus discípulos, les dijo: «Pues si yo, el Señor y el Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Os he dado ejemplo, de modo que lo yo he hecho también vosotros lo hagáis» (Jn 13, 14-15). Jesús nos llama a todos a vivir en una actitud de servicio constante y, por tanto, de conversión permanente. Esto es lo que une y distingue la vida de todo discípulo del Señor.

        Llamados y requeridos desde esta perspectiva, con mayor confianza y disponibilidad podemos seguir afrontando cuanto la Regla nos propone como expresión del proyecto de vida que hemos adoptado con la profesión religiosa ante el Señor y ante los hermanos.


Programación y verificación, viviendo "día a día el espíritu de Caná"

        Para las comunidades que durante este mes de septiembre inician y verifican la programación para el nuevo año de vida y actividad, recuerdo algunos puntos de referencia a tener en cuenta. Se trata de indicaciones que pueden servir a las otras comunidades para verificar la aplicación de lo que programaron hace un tiempo.

        Comunidad unida con los lacios para la misión es el tema propuesto para el tercer año poscapitular. Se puede empezar desde los pasos ya cumplidos o desde lo que aún se debe realizar con respecto a una comunidad unida.

        * La comunidad construye su unidad ante todo en torno al Señor. Es preciso asegurar que los dos momentos de oración comunitaria en la mañana y la tarde sean una base sólida y significativa para cada día. En el anexo de la carta de septiembre del año pasado hice un resumido esquema de horario, recogiendo lo que prescribe la Regla de Vida. Consúltese este esquema, así como las notas que lo acompañan.

        Es importante que los momentos diarios de oración común se preparen bien y se participe en ellos. No se deje de compartir la Palabra de Dios, en la forma de la lectio divina, o a través de otras experiencias de igual valor. No se descuide la meditación semanal de la Regla de Vida, que podría adoptar el modo de la lectio divina. En esto pueden ayudarnos los textos preparados por el p. Pedro Riva y el p. José Rossi. Las aportaciones del p. Rossi, que aparecieron en los últimos números del Boletín interno, se están imprimiendo en un libro.

        También recuerdo a se debe seguir con la lectura diaria de un párrafo (o parte de un párrafo) de la Regla de Vida. [Nota: La RV se divide en capítulos, párrafos y números].

        Se valorarán los retiros mensuales, como momentos fuertes de espiritualidad y comunión.

        La fraternidad también debe encontrar su expresión y sostenimiento semanalmente a través de momentos:

- de vida común,

- de evaluación del camino de la comunidad y su misión,

- de reflexión compartida sobre los documentos relativos a la vida de la Congregación y la Iglesia.

        Las comunidades de Italia y España deben tener presente y poner en práctica las líneas operativas sobre la pastoral vocacional, como se acordó en las jornadas de sensibilización de pasado mes de mayo en Lonigo.

        * Cuanto más unida vive la comunidad religiosa, más significativa puede ser la relación con los laicos, en la óptica de la Familia pavoniana. Seguimos intensificando esta experiencia, convirtiendo en riquezas los pasos dados, el camino que ya han realizado varias comunidades, las indicaciones provenientes de nuestros documentos sobre este tema.

        * Unidos por el espíritu pavoniano, compartiendo momentos de oración, formación y evaluación, religiosos y laicos podemos cooperar mejor en la realización de la misión común. La misión es eficaz en la medida en que se vive en la unidad de propósitos y como expresión de un servicio cuya motivación no son sólo las razones humanas, sino sobre todo el espíritu de fe, esa fe en el Señor Jesús que puede transformar cada día lo poco que somos y que podemos hacer, como en Caná, en la abundancia de su gracia, que da fuerza, alegría y esperanza a quienes confían en él, escuchando la invitación de María: «Haced lo que Él os diga» (Jn 2, 5).


Agenda de este período

        El domingo 29 de agosto, se llevó a cabo en Susà la celebración en vistas a la clausura de nuestra comunidad. Se manifestó una gran simpatía y una sentida participación de la gente, que expresó su gratitud por lo que se ha hecho en tantos años de servicio educativo a los muchachos y las familias de la zona.

        El mismo día, al concluir el noviciado, emitió su primera profesión religiosa, en Villavicencio, el joven colombiano Meyer Polo Sánchez. El otro novicio, el mexicano Alejandro Alatorre Mares, emitirá la primera profesión en Lagos de Moreno el 11 de septiembre, aniversario del nacimiento del Padre Fundador. Oremos por ellos y demos gracias al Señor.

        Los días 6 y 7 se reunirán en Lonigo profesores de nuestros colegios de Italia para el encuentro anual de formación, previo al nuevo año escolar.

        El domingo 12 se celebrará en Montagnana la 32ª Reunión  de las familias, organizado por el GMA, sobre el tema: “Agua, África, mujer, tres palabras clave para un mundo de relaciones”.

        Del 25 al 27 se reunirá en Tradate el Consejo General, con la participación de los superiores provinciales en la segunda parte de la reunión.

        Con los salmos 33 y 144 rezamos: «Dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor». Dichosa realmente la Familia pavoniana, dichosa cada una de nuestras comunidades, dichoso cada uno de nosotros si tenemos como único Dios, es decir, como tesoro y fundamento de la vida, al Señor Jesús

        Es la esperanza que comparto con vosotros al saludaros con todo mi corazón.


p. Lorenzo Agosti



Tradate, 1 de septiembre de 2010.