Manifestaron una vocación gozosa, sincera y atractiva.

JORNADAS VOCACIONALES EN EL REFUGIO DE PAREDONES

Desde el domingo 8 hasta el viernes 13 de octubre, participé en las Jornadas vocacionales que organizó la Diócesis de San Juan, en la población de Refugio Paredones, cerca de Tepatitlán, a unas dos horas de Lagos de Moreno.

Entre religiosas, religiosos y sacerdotes diocesanos, el equipo de Promotores vocacionales fuimos unas 37 personas.

El esquema de las Jornadas fue similar al de otras ocasiones: por la mañana visita a las casas invitando a los niños, jóvenes y adultos a los diversos talleres vocacionales. Por la tarde, por sectores, a las 5 p.m. impartíamos los talleres a los niños; a las 7 p.m. a los adultos y a las 8,30 p.m., todos juntos en el templo parroquial, animábamos a los jóvenes.

A mí me tocó acompañar el sector de San Francisco y Guadalupano, junto con la hermana Laura, de las Misioneras Guadalupanas. Sin embargo, la familia que me acogió en su casa para las comidas y para dormir, fue una familia de otro sector. Realmente me brindaron una maravillosa acogida y doy gracias a Dios porque allí me sentí como en casa.

Quisiera resaltar los testimonios del Panel Vocacional que tuvimos el jueves por la noche. Unos testimonios muy bonitos que nos hicieron reflexionar y reír pues manifestaron una vocación gozosa, sincera y atractiva.

También fue muy bonita la peregrinación con los Carros alegóricos y la eucaristía del viernes por la tarde. Yo acompañé al carro adornado con color rojo que expresaba la Vocación a la Vida. Metimos en la carroza a unos 10 niños bien dinámicos, a una mujer embarazada, a una pareja joven con un bebé y muchas plantas, globos y flores alusivos a la vida. Yo quise incluir también una jaula con pajaritos, pero las hermanitas no me lo permitieron. ¡La verdad es que faltaron los pobres animalitos que también tienen vida!

El sábado a las 8 a.m. salí con el carro para regresar a Lagos, pero antes pasé por un pueblito muy bonito llamado Pegueros y allí visité a Chuy, un joven con inquietud vocacional, que quizás venga a hacer una experiencia como postulante de nuestra Congregación. Me pareció un buen chico. Hagamos oración para que si es la voluntad de Dios pueda formar parte de nuestra Familia Pavoniana.

En cuanto a los jóvenes de Paredones, tengo dos posibles aspirantes, pero debo hablar tranquilamente con ellos y preguntarles si desean hacer un proceso de Discernimiento vocacional. Todos los jueves de las 9 a las 10 p.m. me reúno virtualmente con algunos jóvenes que voy contactando en esas Jornadas y les imparto un Taller de orientación vocacional. Confío en Dios que los dos chicos de Paredones también quieran formar parte del grupo de aspirantes y después venir a nuestro seminario de Lagos para realizar la etapa de postulantado.

¡Eso es todo amigos! Les pido que rueguen al Dueño de la mies que mande obreros a su mies, porque los jóvenes de nuestro mundo necesitan muchos obreros que les orienten y acompañen.

Un abrazo a todos.