LI CONGRESO ANUAL CONANIMAC
Sexualidad integral, retos, caminos y acompañamiento
Del 13 al 16 de noviembre participé, en la Casa Pastoral de San Juan de los Lagos, en el LI Congreso Anual de la Confederación Nacional de los Niños de México. El lema de este Congreso fue “Sexualidad integral, retos, caminos y acompañamiento”.
Aparte de las enseñanzas recibidas de los diversos expositores, fue muy enriquecedor para mí poder conocer a muchas religiosas y laicos que trabajan con los niños pobres y abandonados de México.
El tema también fue muy importante pues son muchos los niños de México y del mundo entero que están padeciendo algún tipo de abuso o explotación sexual y también muchos adolescentes y jóvenes que se vuelven homosexuales o caen en las redes de la pornografía o la prostitución.
En esta sociedad postmoderna, pansensualista y erotizada, los cristianos no podemos quedarnos callados, sino que debemos ofrecer con firmeza nuestra propuesta de una EDUCACIÓN SEXUAL INTEGRAL. Hay muchas personas que dicen que en ese tema no se meten y que cada uno haga con su vida lo que crea más oportuno, pero no es la postura más adecuada ya que no es totalmente cierto que las personas estén pretendiendo elegir libremente su identidad sexual, sino que más bien se están dejando llevar por ideologías y redes que desean reducir la sexualidad a puro placer y pura genitalidad para posteriormente sacar provecho de esa forma de vivir la sexualidad (pensemos en todo el negocio en torno a la trata de personas, la pornografía, el negocio de los anticonceptivos, el culto al cuerpo, los vestidos, las salas de belleza, etc.). El poderoso caballero don Dinero está detrás sin duda de toda esa publicidad pansensualista.
Para hablarnos de los retos y caminos de esa Educación Sexual Integral, los organizadores del Congreso seleccionaron a tres grandes profesionales:
El primer día, la doctora Carolina León Jiménez, con maestría en Bioética, nos recordó que, genéticamente hablando, el ser humano nace varón o mujer y solamente el 1% de la población mundial tiene algún tipo de disfunción o anomalía en el par 23 de cromosomas de nuestra cadena de ADN (Hay algunos casos de Hermafroditismo, etc.), por lo que desde el punto de vista médico y científico la “moda” actual del cambio de sexo no tiene ningún tipo de fundamento. Por eso la Doctora bioética concluyó su exposición invitándonos a recurrir a otros saberes como la psicología, la sociología o la filosofía, para poder profundizar en el motivo y sentido de la actual Ideología de género.
Seguidamente, la psicóloga Sivia Alarcón abordó el tema de la Identidad y nos dijo que, aunque no podemos ignorar ni rechazar a las personas que sienten atracción hacia las personas de su mismo sexo, sin embargo, también debemos ser sinceros a la hora de afirmar de que la Identidad de las personas no podemos hacerla depender de un mero sentimiento, porque ningún sentimiento ha sido nunca criterio de validez, ya que los sentimientos pueden variar dependiendo de muchas circunstancias y lo que hoy siento o lo que hoy me atrae es posible que mañana ya no lo sienta. La identidad sexual es una cuestión de Esencia y no de sentimiento y por esencia, por naturaleza, nosotros nacemos hombres o mujeres. Al finalizar su exposición nos dijo que más que juzgar o criticar a los homosexuales o en lugar de tratar de cambiar inútilmente sus sentimientos, pensamientos o acciones, lo que sí debemos hacer es buscar las causas por las que un niño llega a tener esos pensamientos y sentimientos y realiza actos homosexuales en su adolescencia o juventud (Entre esas causas señaló la sociedad líquida y relativista, la caída de los valores, la indiferencia religiosa, los abusos, el maltrato, las mamás sobreprotectoras, el machismo, el autoritarismo, el laxismo, las separaciones, las familias disfuncionales, la pornografía, la sociedad erotizada, etc.). Atajemos esas causas y con toda seguridad el homosexualismo disminuirá considerablemente.
El segundo día, el padre Jesús Padilla Íñiguez, nos habló de la necesidad urgente de poner en práctica una Renovada visión católica de la sexualidad que en la actualidad se entiende como un don comunicado y una responsabilidad compartida; es decir una Educación Sexual integral que tenga en cuenta al ser humano en su totalidad, incluyendo también su dimensión espiritual o transcendente.
Nos recordó que la sexualidad humana es un elemento ontológico que da identidad personal (somos hombres o mujeres y eso es algo que no se puede elegir libremente). La sexualidad humana es un componente esencial de la persona, un modo de ser, de manifestarse, de comunicarse con los demás, de sentir, de expresarse y de vivir el amor humano.
La filosofía actual nos está proponiendo una banalización de la sexualidad que la quiere reducir a genitalidad y placer y está convirtiendo a las personas en objetos de placer, de usar y tirar, … y de esta forma está pisoteando la dignidad de las personas. Como cristianos rechazamos y criticamos esa visión posmoderna y capitalista de la sexualidad.
Posteriormente el padre Jesús Padilla hizo un recorrido bíblico deteniéndose sobre todo en el libro del Génesis donde aparece claramente la identidad y grandeza del ser humano en su totalidad. Los seres humanos fuimos creados como hombres y mujeres, iguales en dignidad, a imagen y semejanza de Dios. La sexualidad por lo tanto es un regalo sagrado e inviolable de Dios al ser humano que es la obra más grande e importante de la Creación. Nuestra misión es vivir en santidad, siendo “hijos en el Hijo” y aspirando a la cristificación, viviendo la sexualidad como manifestación del amor de Dios. Hizo una exégesis también de la sexualidad en el Nuevo testamento y se detuvo en el pasaje de la adúltera a la que los fariseos, desde una moral hipócrita, querían juzgar y condenar. Jesús la defiende y la levanta, pero también le dice: “Vete y no peques más”. Jesús acoge y perdona al pecador, pero rechaza el pecado.
Hizo también otro recorrido por el Magisterio de la Iglesia desde los Documentos del Vaticano II hasta los escritos de los Papas posteriores y nos dijo que deberíamos desempolvar sobretodo la encíclica Humanae Vitae del papa San Pablo VI, del año 1968, donde defiende a capa y espada la altísima dignidad de la sexualidad humana que está llamada a alcanzar la plenitud del amor oblativo que es fiel, humano, maduro, fecundo, honesto e íntegro.
Personalmente me parecieron unas exposiciones muy buenas y salí del Congreso con el compromiso de transmitir y compartir esas ideas a los demás y eso es lo que he tratado de hacer a través de este pequeño resumen. Como conclusión creo que podría servirnos el título del Congreso: es urgente la Educación Sexual Integral. No seamos ni indiferentes ni miedosos. Está en juego la salud de nuestros niños y jóvenes y la salvación de la familia, cédula de la sociedad y de la Iglesia. Como pavonianos, forma parte de nuestro carisma la defensa de los jóvenes pobres y abandonados y no podemos permitir que los poderosos e inescrupulosos los conviertan en marionetas al servicio de sus intereses egoístas.