Una bendición para los jóvenes pavonianos de Vicálvaro

Cuatro días... Los suficientes para agradecer tanto en tan poco tiempo. Gracias a Dios, gracias a los hermanos pavonianos, gracias a los educadores, gracias a los chicos. Los jóvenes pavonianos de Vicálvaro han podido experimentar unos día de Navidad diferentes. Después de una experiencia los viajes de regreso en furgoneta son una auténtica confesión. Y esta experiencia les ha tocado. Hacer familia, sentirse familia... eso es muy pavoniano, eso es muy de la comunidad terapéutica de Donosti... Yo se que os damos bastante guerra pero debéis saber que la experiencia les enseña, les forma, les hace madurar y les muestra, en vivio y en directo, la esencia del carisma pavoniano... ¡En verano nos volvemos a ver!