“Callejear la fe hasta los confines más lejanos”

MES EXTRAORDINARIO MISIONERO, OCTUBRE 2019: “Bautizados y Enviados”.

“Callejear la fe hasta los confines más lejanos”

 

En una Carta dirigida al cardenal Fernando Filoni, prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos del 22 de octubre del 2017, y con motivo del “centenario de la Carta Apostólica Maximum Illud, con la que Benedicto XV quiso dar un nuevo impulso al compromiso misionero de anunciar el Evangelio”, el papa Francisco convocó un Mes Misionero Extraordinario para octubre de 2019 con el fin de “despertar aún más la conciencia misionera de la “missio ad gentes” y de retomar con un nuevo impulso la transformación misionera de la vida y de la pastoral… para que crezca el amor por la misión, que es una pasión por Jesús, pero, al mismo tiempo, una pasión por su pueblo”. Invito a todos a leer esa Carta del papa Francisco pues es muy enriquecedora. Recuerda en ella que la misión es un mandato del Señor (Mc 16, 15) y por tanto no es una tarea secundaria de la Iglesia, sino una “tarea ineludible” (“la Iglesia existe para evangelizar” EN, 13) y exhorta a todos los creyentes a trabajar para que “lleven en su corazón el anuncio del Evangelio y la conversión misionera y evangelizadora de las propias comunidades… que no puede dejar las cosas como están… No tengamos miedo, nos dice, de realizar una opción misionera capaz de transformarlo todo… Ya no nos sirve una simple administración. Constituyámonos en todas las regiones de la tierra en un estado permanente de misión”. Por último nos invita a releer también las palabras de San Juan Pablo II en la Encíclica Redemptoris Missio: “¡La fe se fortalece dándola!” (RM, 249).

El Sumo pontífice, en su Discurso a las O.M.P., del 3 de junio del 2017, para el Mes Misionero Extraordinario, ha señalado 4 dimensiones importantes que no deben faltar:

1.- Encuentro personal con Jesucristo vivo en su Iglesia: Eucaristía, Palabra de Dios, oración personal y comunitaria.

2.- Evidenciar los testimonios de los santos y de los mártires de la misión (canonizados y no canonizados).

3.- Brindar formación bíblica, catequética, espiritual y teológica sobre la misión.

4.- Motivar la caridad misionera.

Para terminar, quisiera recordar lo que el papa Francisco en su visita a Colombia, el 7 de octubre del 2017, en su Encuentro con el Comité directivo del CELAM dijo al respecto de la misión: “Mucho se ha hablado sobre la Iglesia en estado permanente de misión. Salir con Jesús es la condición para tal realidad. Salir, sí, pero con Jesús… pues Él… mientras camina, encuentra; cuando encuentra, se acerca; cuando se acerca, habla; cuando habla, toca con su poder; cuando toca, cura y salva… Llevar al Padre a cuantos encuentra es la meta de su permanente salir”. Nuestro querido papa, con su lenguaje siempre cercano nos interpelaba diciéndonos que “se trata de que se metan día a día en el trabajo de campo, allí donde vive el Pueblo de Dios que les ha sido confiado…Es necesario dirigirse al hombre en su situación concreta; de él no podemos apartar la mirada. La misión se realiza siempre cuerpo a cuerpo”.

 

Nota: Las fotos son de la última misión vocacional pavoniana en la vereda de Sáname (Puente Quetame), en el mes de octubre.