Algunas actividades de Poscomunión y el encuentro con Sergio Monge

Seguimos adelante con la programación de Poscomunión, imparables, siempre adelante, siempre por los chavales... y la respuesta no se hace esperar. Participan casi todos, a veces desbordando las posibilidades, con muchas ganas y mucha ilusión. Estos últimos días, hemos tenido el taller de tarros de la calma, que a pesar del fallo con el tipo de pegamento, salió muy bien y sirvió a buscar un poco de paz en medio de tanta prisa y tanto vértigo. Aprendimos un poco de control mental y disfrutamos con los colores y formas de los tarros.

El pasado 15 de marzo, estuvimos haciendo carteles para dar la bienvenida a nuestra parroquia a Sergio Monge. Pedal a pedal, ya lleva en sus piernas muchos miles de kilómetros. para ayudar a nacho, un niño de 7 años que sufre la enfermedad de Dent. El objetivo de tanta pedalada es recaudar fondos para combatir esta enfermedad que padecen 30 niños en España y unas 400 personas en todo el mundo. 

Vivir en un entorno castigado por una enfermedad rara se puede convertir en una travesía por el desierto, un largo camino sin un refugio en el que resguardarse en el que se busca desesperadamente un oasis donde reposar una mochila con una carga muy pesada. En ocasiones, en medio de la arena, como si de espejismos se trataran, aparecen personas de ceder lo que pueden para hacer más llevadera la travesía. Este es el caso de Sergio Monge y Miguel Mongil, dos vallisoletanos apasionados de la bicicleta que se lanzaron al desierto para enfrentarse a la durísima Titan Desert con una buena causa esperando en la meta.

Sergio Monge ya se puede considerar un ‘zorro del desierto’. Vive en el Atlas como si fuera su hábitat natural y con esta ya son tres veces las que ha viajado al corazón del Sahara. En una de estas aventuras conoció a Eva, la madre de Nacho, un niño que padece la enfermedad de Dent. El calor del desierto hizo que la causa de esta madre y la del vallisoletano se fundiera en una sola. Por ella ha pedaleado 24 horas, ha batido un récord Guinness, ha cubierto la Mongolian Bike Challenge y ha vuelto a Marruecos para «estar en el equipo con más corazón que otra cosa que ayudará a dar a conocer su causa», como reconoce Sergio, que añade: «Ha logrado que ocho personas que no se conocían de nada tuvieran claro que el éxito era el de Eva».

Dar repercusión a la enfermedad de Dent ha sido una cruzada a la que se ha sumado Monge, que en esta ocasión ha ayudado a Eva con una goma compensadora (una herramienta que sirve para compensar fuerzas sobre la bicicleta). Para que la gente conozca ASDENT es capaz de plantarse en África y recorrer 650 kilómetros en seis etapas, retando a las inclemencias meteorológicas: «Hemos tenido suerte porque no hacía mucho calor (33 grados aproximadamente), pero hemos tenido vientos de 55 kilómetros por hora que nos han matado. El Atlas tiene mucho desnivel acumulado y muchas piedras sueltas, pero tienes que ir rápido para entrar en el corte y lo pasas mal», reconoce el ciclista, que no obstante volverá subirse una y mil veces más al sillín si la causa así lo requiere (en cinco años ha sumado cinco retos solidarios casi inhumanos).

Si es difícil encontrar una aguja en el desierto imagínense a dos vallisoletanos. Sin embargo, en la línea de meta le esperaba otro vallisoletano, Miguel Mongil. No se conocían de antes, pero el desierto y un corazón solidario les ha unido.

Pedalear por una buena causa ha sido un motor para las piernas de Miguel Mongil, como él mismo admite: «El componente solidario te da un objetivo a mayores que ser finisher. La gente ve que no sólo es tu hobbie, que ayudas a mejorar la vida de otra persona. Ese fin me ha ayudado a prepararme y a afrontarlo». Es más, el vallisoletano adelanta que habrá más carreras y más causas nobles por las que ensillar la bicicleta... y coloca en el punto de mira la Pioneer de Nueva Zelanda y la Mongolian Bike Challenge.

Acompañamos desde Poscomunión a Sergio Monge hasta Amsterdam, próximo destino solidario en el mes de agosto y le deseamos lo mejor. Gracias por transmitirnos tanta solidaridad.