Otra forma de celebrar la Navidad

Este año, y ya van siete, hemos celebrado la tradicional alubiada de catequistas, coro y familiares. El día elegido fue el día 22 de diciembre, para recordarnos que a nosotros ya nos ha tocado la lotería: tenemos a Dios con nosotros, de nuestra parte. A las 10 h. comenzó a calentarse la suculenta olla: 6 kg de alubias pintas, 6 kg. de carnes, huesos, chorizo, espinazo, oreja... y todo lo imaginable, y 2 kg de verduras. Y así cociendo, poco a poco, sin prisa... pudimos preparar el comedor y la fiesta. Fuimos 44 personas a comer, hubo alubias para dar y tomar, para repetir y llevar. Y unos gloriosos postres, con sus canutillos, tartas semifrías y cosas variadas que nos hicieron gustar la compañía, los villancicos y la amistad en este preludio de la Navidad. La tarde ya fue otra cosa, que se le va a hacer. 

Hubo bailes, villacicos, animación... y pocas ganas de marcharnos, todos medio matados con semejante condumio. Que podamos repetir muchos años semejante festín con tan humildes ingredientes.

Colgamos en este comentario algunas fotos del Belén monumental de la parroquia, que realmente fue de exposición a la altura de cualquiera de los belenes visitados en Valladolid. Fue Andrés el artista de las casas y las calles, del montaje y las luces, que hizo las delicisas de los pequeños y de los grandes. Un Belén para el recuerdo y para una Navidad digna de culquier catedral.