Dos hermosas experiencias de voluntariado que han calado fuerte en nuestros chavales

"Darlo todo". Con este título hemos dado comienzo a las experiencis de voluntariado para los jóvenes mayores de la parroquia y el Centro Juvenil Saiano, con la certeza de que pisábamos una tierra sagrada, la tierra de la exclusión y de la integración. Así, el día 19 de julio, nos reunimos los 17 participantes en el Colegio de Valladolid, para "afinar" nuestras guitarras e instrumentos y para ponernos en sintonía de lo que íbamos a vivir. A través de los videos, las dinámicas, un juego de rol, una película, y sobre todo a través de la convivencia, entramos de lleno en la experiencia del voluntariado. El día 20, a primera hora salimos rumbo dos lugares que han marcado nuestro camino como grupo: Pinofranqueado en Cáceres y Sigüenza en Guadalajara. Dos experiencias diferentes, pero llenas de posibilidades, de servicio, de entrega y de generosidad. La primera era con enfermos mentales y personas desauciadas por el sistema, que en la Casa de la Misericordia del p. Leocadio, dirigida por los Siervos de María y de los Podres. Allí nuestros cavales, acompañados por Mauro, han convivido, comido, trabajado, jugado... con las personas de esta casa, encontrándose con una realidad muy dura, ya que los enfermos, muchas veces, no pueden expresarse, no saben lo que quieren, no responden a los estímulos que se les ofrecen... Pero encantados con la acogida de los hermanos, con los enfermos y con su trabajo, que aliviaban un poco por las noches dando una vuelta por esta preciosa localidad de Pinofraqueado.

El otro grupo, acompañados por Merche y Henar, han estado en el Centro de Refugiados e Inmmigrantes de ACCEM en Sigüenza, encontrándose una realidad también muy dura de acogida, instalación, acomodo, primeras nociones... para subsaharianos que llegan a este centro. Unos con los niños, otros con la cocina, otros con las clases de español, higiene, accecso al servicio sanitario, otros con la acogida, otros con el deporte... todos buscando la integración y el bienestar de estas personas que han dejado atrás familia, casa, seguridad... y se enfrentan a un mundo de entrada muy hostil. Sin duda que nuestros jóvenes han dado la talla y se han integrado perfectamente en la organización, siendo muy queridos y valorados por el servicio que han realizado.

La evaluación de la experiencias la hicimos en Salamanca, los días 25 y 26 de julio y el 27 regresamos a casa. En Salamanca, encontramos la paz, ordenamos nuestras ideas, las pusimos por escrito, compartimos ampliamente lo vivido, y también disfrutamos enormemente en la piscina, en la pizzería y en la ciudad. Hay que destacar también en esta casa de Salamanca, el encuentro con los chavales de Proyecto Hombre, que acompañados de Manolo Muiños, nos explicaron cómo funciona el programa, qué hacen allí y cómo es su lucha por recuperarse. Agradecemos enormemente la hospitalidad de estos chicos de Proyecto Hombre, su cordialidad y su sinceridad, a pesar de los trastornos que les ocasionamos. También agradecemos enormemente la acogida de ACCEM y de los Siervos de María y de los Podres, su dedicación, su trabajo con estas personas y todo lo que hemos aprendido.

Sin duda que las experriencias de voluntariado abren caminos para otras experiencias. Así lo pedían los jóvenes, que estas experiencias tengan continuidad en el tiempo y podamos seguir echando una mano allí donde haga falta. Feliz verano a todos y gracias por dejaros llenar por esta experiencia, la experiencia de compartirlo y darlo todo.