Bonito campamento en Salamanca, con buen tiempo, buenos niños y mejores monitores

Sin duda es una de las experiencias más esperadas del año: el campamento de los pequeños, Quizá por la inocencia, por la sencillez, por la espontaneidad de los pequeños, o quizá porque todos llevamos un niño dentro y hacer el ganso nos gusta más de lo que parece. Del 5 al 12 de julio, 70 niños y sus monitores han participado de esta bonita experiencia de "La Leyenda del pirata", tejida de juegos piratas, de misterio, de enigamas, de tesoros... pero sobre todo de amistad, que es el hilo conductor del campamento. Nuestra antigua casa de Salamanca, ha estado dedicado por entero a estos chavales, que han disfrutado como enanos reviviendo las gestas de los piratas Patapalo, Garfio, Malamadre... en fin, tipos curiosos con parches, postizos y otras perlas. Entre juegos, ginkanas, patentes de corso, mercados en la isla Tortuga, y fragatas por el mar del Caribe, hemos ido pasando los días. El tiempo, ideal, nos ha respetado en todo momento. Estrenamos el paso desde la isla del Soto en Santa Marta hasta la Aldehuela, nos bañamos en el Tormes en la villa ducal de Alba, navegamos en barcas y K2 por el afluente del Duero, visitamos una alfarería, revivimos la historia de Teresa de Jesús en su año jubilar, visitamos Salamanca hasta la saciedad con un precioso juego de pistas... Todo lo necesario para hacer de estos días unos días para el recuerdo y para la memoria, que deja constancia el el Diario del Campamento. Hay que decir que ni un rasguño grave, ni una urgencia, ni un susto... ¡Benditos ángeles de la guarda, qué trabajo tienen estos días!

Desde la web, agradecemos a los monitores su constante dedicación a los chavales, "como a la niña de sus ojos", en el estilo pavoniano más genuino, siempre presentes y siempre acompañando a los pequeños. Con vosotros, merece la pena revivir la Leyenda del Pirata. Gracias por tantos detalles que pasan desapercibidos pero que hacen nuestro mundo y nuestra parroquia un lugar estupendo para vivir. Gracias por transmitir a los chavales el valor sagrado de la amistad. Y gracias también a los padres por colaborar en esta locura, por confiarnos vuestros chavales, por creer que juntos hacemos parroquia y comunidad, familia de famlias.