Bajo una lluvia persistente, logramos llegar a Belen "la patria de la infancia y de los sueños

Ni la lluvia que no cesó ni un segundo ni el frío ni el largo recorrido ni los disfraces consiguieron frenarnos. Más de setenta personas participamos este año representando a nuestra parroquia y a los pavonianos en la cabalgata que organiza desde la Junta de Vicálvaro.

Este año tocaba ir de ovejas y aunque se veía más de un pastor y pastorcillo y otros individuos difíciles de catalogar, la tarde lluviosa la convertimos en una bendición para el Niño Dios al que agasajamos con kilos y más kilos de caramelos y sobre todo con continuas sonrisas... 

Ahora ya solo queda esperar a que lleguen los reyes de verdad... Los nuestros, los reyes pavos, habrá que esperar unos días más...

Feliz noche de Reyes.