Ojalá que éste no sea el último sino el primero de muchos Centros de Pensamiento Juvenil en nuestras ciudades de Villavo y Bogotá.

CENTRO DE PENSAMIENTO JUVENIL EN VILLAVICENCIO

RED TAMAR: CONTRA LA TRATA DE PERSONAS

El día 25 de noviembre, mi primo Enrique,  fue al aeropuerto a despedirse de mí, que terminaba mis benditas vacaciones y me regaló un libro muy bonito que yo casi me leí todito durante las 10 horas de vuelo a Colombia. Ese libro es de Alberto Vázquez Figueroa y se titula “Ébano”. Trata sobre el grave tema del tráfico de esclavas negras de África hacia países árabes.

El duro contenido de esta novela me sirvió para ir preparando el “Centro de pensamiento juvenil” que  la “Red Tamar” de Bogotá impartió en nuestro Centro Juvenil Pavoni de Villavicencio a 30 jóvenes de nuestra Parroquia San Marcos los días 5 y 6 de noviembre. También asistieron algunos jóvenes de la Arquidiócesis  de Villavicencio y del grupo juvenil Monfortiano de Acacías.

La Red Tamar, es una red misionera formada por varias Congregaciones religiosas y grupos de laicos, que trabajan contra la Trata de personas. Realizan trabajos de prevención y asistencia no solamente en Bogotá sino en otras 6 ciudades colombianas.

La hermana Sandra, de las religiosas Salvatorianas y la psicóloga Ivón Porras, se encargaron de impartir los temas, mientras que yo animé las oraciones introductorias y me encargué de la logística.  El Centro de pensamiento fue gratuito para los jóvenes ya que la Red Tamar pagó todas las comidas, instructores y materiales de ese encuentro.

Los chicos  quedaron encantados con la variedad y belleza de los diversos talleres que les calaron en lo más profundo de su corazón. Fueron dos días para pensar, conocer, profundizar, aportar y comprometernos con esa difícil realidad juvenil que vive nuestro mundo, aunque también hubo tiempo para compartir, jugar y reír.

Agradecimientos a Dios, a Red Tamar, a Ivón, a los jóvenes,… pero sobre todo a la hermana Sandra que, a pesar de que perdió al papá tres días antes del encuentro, supo reponerse a la tristeza y llevó adelante este bonito Centro de pensamiento  juvenil con mucha fortaleza y entusiasmo.

Ojalá que éste no sea el último sino el primero de muchos Centros de Pensamiento Juvenil en nuestras ciudades de Villavo y Bogotá. Ojalá también que ninguno de estos chicos caigan en las garras de esas redes diabólicas de la Trata de personas y que se comprometan para que otros jóvenes tampoco caigan.

A ustedes que leen este artículo les invitamos a realizar este tipo de encuentros en sus comunidades. A los chicos les gusta y les une un poco más a nuestro carisma pavoniano. Quiera Dios que así sea.