De Vicálvaro a Donosti y vuelta haciendo escala en el corazón del ser humano

Bendita experiencia. El 16 de julio llegamos a Donosti el primer grupo de jóvenes acompañados por Escu. Esta era la primera vez que íbamos y llevábamos la furgoneta llena de ganas y también de incertidumbre. No sabíamos qué tendríamos que hacer, cómo os sentiríais cuando ocupáramos parte de vuestro hogar y sobre todo qué esperar de este acompañamiento. Todo partía de nuestro desconocimiento absoluto pero esto no fue inconveniente para vosotros. Nos acogisteis sin conocernos, con nuestras dudas, con nuestra incertidumbre y nuestras ganas. Poco tardaron en resolverse nuestras dudas, en convertir esa incertidumbre en la curiosidad más sana que jamás hemos sentido y en hacer que nuestras ganas de estar allí cada vez crecieran más. Nos hicisteis sentir uno más de vuestra gran familia, conseguisteis en nada de tiempo que nos sintiéramos en casa.

Solo nos salen palabras de agradecimiento por todo lo que nos habéis dado estas dos semanas.  Gracias por protagonizar junto a nosotros una de las experiencias más bonitas que viviremos, por abrirnos vuestros corazoncitos y expresarnos con palabras o gestos esa verdad que a veces duele pero muchas otras expresa momentos únicos e inigualables de nuestra historia. Hemos escuchado cómo las palabras pueden ser el arma más letal pero también la mejor de las medicinas y que una mueca o una mirada puede ser el reflejo directo de lo que sentimos y no podemos expresar. Y aunque sabemos que tanto el conocimiento que encontramos en los libros y las lecciones que se imparten en las aulas son imprescindibles, nos habéis dado una lección de otro tipo pero igual de importante para poder disfrutar de la vida: las segundas, terceras, cuartas… oportunidades son necesarias. Escu siempre nos lo recordaba y esto nos hacía estar más atentos y ser conscientes del mensaje que nos estabais dando. Nos habéis gritado que las oportunidades hay que empezarlas por dárselas a uno mismo, y a partir de ahí seremos capaces de darlas a los demás y que nos las den. Nos habéis hecho ver que el rencor nos destruye y lo importante que es saber decir y sentir de verdad la palabra perdón. Que el perdón nos abre las puertas a esas oportunidades que todos necesitamos alguna vez en nuestra vida. Que la falta de empatía nos hace insensible ante el dolor ajeno y nos hace actuar sin valorar la importancia de nuestros actos .

No podemos olvidarnos del papel importantísimo que desempeñan Jose, Carlos, Cuadri y los educadores, admiración es la palabra que mejor describe la emoción que hemos sentido al veros con los chicos porque se nota el amor que tenéis hacia lo que haceis, el cariño que teneis por los chicos y dedicación inagotable. Porque no solo compartís vuestro tiempo con ellos, si no que sois su punto de apoyo en esta etapa y las palabras que os dedican lo muestran. También daros las gracias por abrir las puertas de vuestra casa, por tener la paciencia de responder a todas nuestras preguntas, por tirar de nosotros para que pudiéramos seguir el ritmo y disfrutar de estos días junto a todos vosotros.

Por último deciros que desde  nos hemos sentido totalmente arropados desde por el más pequeñajo al mayor, que nos habéis dado muchísimo más de lo que os podéis imaginar y que siempre hemos sentido vuestra mano amiga, hermana y muchísimo cariño. Confiad en vosotros mismos y no digáis que algo no podéis hacerlo hasta haberlo intentado de verdad, poniéndole todas las ganas posibles y siendo totalmente conscientes de lo que estáis haciendo. Daos esa oportunidad que os merecéis, os deseamos lo mejor del mundo y siempre quedará un trocito de cada uno de vosotros en nuestros corazoncillos. Ojalá nos volvamos a ver y todo sea distinto, siempre para mejor.

P.D.: ¿Qué somos huevones o pavones?