La felicidad es inmensa al recibir a Cristo

24 niños de nuestra parroquia han recibido la Primera Comunión. Acompañados de sus padres, familiares, amigos, compañeros de catequesis, feligreses de la parroquia, nuestro párroco, Marcelo y, especialmente, de sus dos catequistas, Angelines y Paqui. Un momento hermoso que, sin ninguna duda,  queda grabado para siempre en las vidas de estos niños.

Recibir a Cristo suscita una felicidad inenarrable. Y a pesar de las comidas, los vestidos, los regalos... en definitiva la fiesta social, estoy convencido de que Cristo hace huella, ha hecho huella en los corazones de estos niños...

Ahora queda, es tarea, especialmente de los padres, que sigan acercándose a Cristo, personalmente en sus vidas y comunitariamente en la iglesia.

Muchas felicidades, chicos.