Carolina nos habla del deporte, de su experiencia y de la actividad con el grupo juvenil pavoniano

Que el deporte es un elemento imprescindible en cualquier proceso educativo eso ya no sorprende a nadie... Tal vez el que todos los sábados a las diez de la mañana varios jóvenes se reunan para hacer deporte y para aprender y ejercitarse en el ejercicio de la carrera... eso sí que puede soprender a más de uno.

Contar con Carolina, la profe, la que cada sábado por la mañana con la mejor de sus sonrisas (el viernes, por la tarde-noche tiene un duro entrenamiento) nos ayuda, nos enseña y nos anima... es una gran suerte.

Hoy dejo que ella nos hable brevemente de su vida, su experiencia y su actividad con nuestro jóvenes (los del grupo juvenil pavoniano de Vicálvaro). No quiero pasarla la palabra sin agradecerla lo que hace, lo que es, lo que nos aporta... ¡Gracias Carolina!

Mi nombre es Carolina. Tengo 38 años. Hace cuatro años decidí dejar de fumar, cambiando el cigarro por las zapatillas. Hasta ese momento nunca había practicado ningún deporte. Alguna vez, esporádicamente, montaba en bicicleta o me iba con las amigas a clase de spinning... Sin embargo nada me ha llenado y aportado tanto como el correr. Empecé poco a poco, apuntándome a alguna carrera y conociendo a otras personas que también disfrutaban corriendo. 

Hace dos años llevé a mi hijo a catequesis a una parroquia, animada por los pavonianos, que hoy forma parte de nuestra vida y de la que hemos aprendido y recibido muchas cosas buenas.

A día de hoy tengo la gran suerte de compartir una hora semanal con los chavales de la parroquia, del grupo juvenil pavoniano, en la actividad Deporte y Vida, dentro de los talleres Ludovico Pavoni. Los chavales me enseñan a valorar más las amistades y la familia, ya que todos somos capaces de todo. Yo intento que ellos a través del deporte se hagan personas fuertes y sin límites, ya que el deporte es positivo en todos los aspectos de la vida.