El pasado 5 de noviembre, presididos por el Cardenal Arzobispo de la Diócesis

El pasado 5 de noviembre, rodeados de un montón de amigos, antiguos alumnos, profesores, fieles de Villavaquerín, Villabáñez y La Cistérniga que se desplazaron en autobús, religiosos y miembros de asociaciones de la diócesis, amigos de Encuentro Matrimonial, personas vinculadas al Colegio... celebramos con gozo la Acción de Gracias por la canoización de San Ludovico Pavoni el pasado 16 de octubre en Roma. Fue un momento muy hermoso para sentirnos familia diocesana y dar gracias a Dios por la vida de este hombre y el carisma, don del Espíritu, concedido a la Iglesia.

Acompañaron al Cardenal Arzobispo de Valladolid don Ricardo Blázquez, su Obispo Auxiliar don Luis Argüello, tres diáconos amigos y diez sacerdotes, miembros de la Congregación, religiosos y amigos de los pavonianos. Agradecemos de corazón su presencia. Don Ricardo, estuvo como siempre muy cercano y concreto, recordándonos a los pavonianos que hemos nacido para los más jóvenes y pobres, y entre ellos debemos desarrollar nuestra misión, a ejemplo del p. Pavoni. Nuestro Arzobispo, que también estuvo presente en la Canonización, nos recordó las palabras del Papa Francisco.

Un toque joven y dinámico, dieron también los jóvenes Saiano de la Provincia, que estaban reunidos ese día para la Convivencia Anual. Leyeron, prepararon, animaron... y también danzaron para dar gracias y recordarnos la importancia del compromiso (Danza del Eretz) y de la confianza en Dios (Mecerse), un rasgo típicamente pavoniano. Mención especial merece también el coro de la parroquia de San Ildefonso de La Cistérniga, que se esforazaron por aprender las canciones del Santo y lo hicieron muy bien. 

Acabamos la celebración con un vino español que se sirvió en el Colegio San José de la Compañía de Jesús, en la Plaza de Santa Cruz. Se encargó del pincho el Restaurante el Viejo Portazgo de La Cistérniga, sorprendiéndonos a todos con la calidad y la cantidad de viandas. Todos disfrutamos mucho, seguimos saludándonos, recordando viejos tiempos, merendado... hasta que nos llamaron el orden los autobuses que debían llevarse gente a los pueblos y al Colegio. Agradecer también a los que todavía se quedaron un buen rato más recogiendo y fregando el salón. en esta jornada que brilló por el espíritu de familia, la cercanía y la acción de gracias.