Desde capital Llanera, comunión en la Acción de Gracias

El pasado miércoles 26 de octubre a las 7 p.m. tuvo lugar, en el templo parroquial San Marcos, la  eucaristía de acción de gracias por la canonización del padre Ludovico Pavoni, presidida por nuestro arzobispo, monseñor Oscar Urbina Ortega y concelebrada por el p. Gregorio Huerta, párroco pavoniano y seis sacerdotes de nuestro decanato y de diversas congregaciones religiosas. Estuvieron presentes los religiosos y religiosas de casi todas las comunidades de nuestra ciudad y unos 200 laicos de nuestra parroquia (familia pavoniana, líderes parroquiales, jóvenes y niños).

Esta celebración estuvo precedidadurante nueve días seguidos de la novena a Ludovico Pavoni para la cual los miembros del grupo de la Nueva Evangelización adornaron lindamente un gran afiche de Ludovico Pavoni. Además los novicios mejicanos nos regalaron una hermosa tarjeta elaborada por  ellos mismos que nos sirvió para realizar las invitaciones personales a sacerdotes y religiosos.

El día anterior a la misa de acción de gracias estuvimos adornando bien el templo parroquial (con guirnaldas y mariposas de colores) para que todo nos trasladara a un ambiente de fiesta y el día 26 por la tarde, antes de la celebración, preparamos con mucho cariño 100 refrigerios para los asistentes a la misa.

El momento más bonito de la celebración quizás fue cuando los niños más pequeños, de la Escuelita de la fe, ofrecieron un dibujo de L. Pavoni y la Familia Pavoniana ofreció la urna en la que durante varios meses la gente había depositado sus oraciones a Pavoni. ¡Qué carita de satisfacción tenían esos niños que pusieron en las manos del obispo su obra de arte pavoniana!

Después de la celebración invitamos a todos  los asistentes a tomar un pequeño refrigerio en el salón parroquial. La verdad es que, siendo miércoles, no esperábamos tanta gente, pero ahí descubrimos el cariño que la comunidad tiene hacia Ludovico Pavoni y los pavonianos.El salón se quedó pequeño y los refrigerios no sé si alcanzaron para toda esa multitud, pero lo importante fue que todos compartimos la alegría de tener un nuevo santo en los altares y que ese santo es nuestro querido padre fundador.