Septiembre es el mes de la paz y el pasado domingo 2 de octubre el pueblo colombiano votó NO.

Escribo este artículo en un día gris y lluvioso de esos que no invitan a salir de casa y siempre nos entristecen algo el alma. En el mes del amor y la amistad, en el que casi todo el mundo tiene algún detalle hacia sus seres queridos, debería haber comenzado este artículo de una forma más alegre y amorosa, pero es que septiembre es también el mes de la paz y el pasado domingo 2 de octubre, el pueblo colombiano, bueno el 40% de los posibles votantes del pueblo colombiano que se acercó a las urnas, votó NO al Acuerdo de paz con las FARC. Llevamos más de 50 años de guerra con ese grupo revolucionario, unos 5 años de diálogos de paz en la Habana, el apoyo total de la Comunidad internacional y sorpresivamente el NO ganó; por poco, pero ganó. He hablado con algunos de los que votaron No y me dicen que ese Acuerdo estaba mal hecho, que las FARC salían muy favorecidas, que suponía impunidad,... Es posible; pero ¿será posible ahora lograr otro acuerdo  de paz más justo? ¿Necesitaremos otros cinco años más de muertos para conseguirlo? Confiemos en Dios, en la Virgen Inmaculada y en San Ludovico Pavoni. Es verdad que la paz nos la da Dios y que nace en el corazón de cada ser humano, que la debemos buscar en la casa, con los vecinos, en el barrio, la escuela y el trabajo y que en Colombia la mayor parte de los asesinatos y homicidios se dan en las familias y en la calle. Es verdad que en las ciudades casi no se sienten los disparos y bombazos de los guerrilleros, paramilitares y ejército. Pero ¿será que no nos importa la gente del campo? ¿Será que el pueblo colombiano es incapaz de perdonar? ¿solamente nos quedan odios y deseos de venganza?

Nosotros hemos hecho todo lo posible para celebrar con ánimo el mes del amor y la amistad y para alentar a la paz. Tuvimos una Jornada de integración con los niños y los papás del Centro Juvenil Pavoni con juegos de paz, momentos de diálogo, oración,… Hicimos la Marcha por la paz y no nos importó la lluvia para orar por  la paz y salir por las calles proclamando la paz y el fin del conflicto, asistimos a la Peregrinación al Cerro de Cristo rey, junto con nuestro obispo, para orar y celebrar una eucaristía por la paz y los jóvenes organizaron con mucho cariño una Gala del amor y la amistad. Pero la lluvia ha sido la que nos ha dañado casi todos esos eventos. Y encima ahora justamente llueve a mares.

“No importa, chicos, les decía yo a los jóvenes, se dañó todo el decorado, mucha gente se asustó con la lluvia,… pero lo importante queda y lo importante es el amor y el empeño que han puesto en la preparación. Nadie les podrá quitar eso”.

Hoy se reúnen el expresidente Uribe, estandarte del No, con el presidente Santos. Esperamos que se pongan de acuerdo y que triunfe la sensatez, pues con la vida y el bienestar del pueblo humilde no se puede andar jugando.

Un saludo a todos los lectores y que la canonización de nuestro santo fundador sea un motivo de alegría y esperanza para todos.