Comienzo de curso y envío de Catequistas en La Cistérniga

El domingo 2 de octubre fue el día establecido para el envío de catequistas en la Cistérniga. 46 catequistas y algún ayudante más que este año van a colaborar en la tarea de anunciar el evangelio a toda criatura, especialmente a las criaturas más pequeñas. La jornada estuvo precedida por la película "De dioses y de hombres" que proyectamos el sábado en petit comité, y estuvo seguida por una estupenda comida en el salón parroquial, en la que participaron 35 personas. Resonaban con fuerza las palabras de San Pablo a Timoteo: "Reaviva el don de Dios que recibiste por la imposición de las manos; Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de energía, amor y buen juicio; no tengas miedo de dar la cara por el Evangelio..." Y para el final de esta aventura, lo que decía el Evangelio: "Somos pobres siervos, hemos hecho lo que teníamos que hacer". Son casi 400 los niños y niñas que este año se han acercado a la parroquia para participar de los diferentes grupos de Primera Comunión y Confirmación. Los pequeños, con mucha ilusión y muchas ganas; los mayores con ganas también de verse de nuevo y ponerse en marcha. Este año, hemos fichado a algunos de los chavales mayores para ayudar y colaborar en la catequesis. ¡Bienvenidos a este grupo!

Se nos decía en la homilía que ser catequista, no es una hora a la semana, sino una forma de ser que llena todos los espacios de la vida. "Hadcedlo con la generosidad de Pavoni y con la dedicación de tantas personas qeu nos han transmitido la fe; amad a los niños que se os confían como un dep´soito precioso y santo, como a las niñas de vuestros ojos". La experiencia educativa de Ludovico Pavoni, fue el trasfondo de la celebración, su pasión educativa, su deseo de "hacerse todo a todos"... y sobre todo la creatividad del amor, que cada día nos sorprende. La caridad es capaz de llegar a todos de tantas maneras nuevas y creativas. Agradecemos en vísperas de la Canonización el legado de Pavoni, su testimonio entre nosotros, su santidad... y nos ponemos en marcha como catequistas para un curso apasionante, lleno de sorpresas, lleno de vida. Que su pasión, sea nuestra pasión: los niños y los jóvenes. ¡Feliz curso a todos!