Ese fue el lema de la Convivencia de Confirmación de la parroquia de La Cistérniga

Del 26 al 28 de febrero, tuvimos la Convivencia del segundo trimestre para los chavales de Confirmación, en el Centro Hospitalario San Juan de Dios. Participaron 40 chavales, y la verdad, trabajaron muy bien el tema que se les propuso: cómo ser personas y no dejarse llevar por los demás. Algunos descubrieron que ser buena gente y portarse, les sienta mucho mejor que ir de listillos, y que a veces nos dejamos llevar mucho por las influencias de los demás, la moda, lo que dicen o no dicen, los amigos... Ser responsables y ser libres en medio de una sociedad que te manipula, a veces se hace muy difícil. Comenzamos el viernes con la celebración de la fiesta de Santa Joaquina de Vedruna y el estupendo pincho que nos prepararon las hermanas, y después de la cena vimos una película titulada: "Mi nombre es Han", que nos recuerda que las personas no se dividen por especies, países, colores... sino por la bondad. A pesar de ser muy tarde, todos siguieron la película con especial interés y así nos sirvió de base para trabajar el sábado. Después de varias dinámicas sobre el tema, trabajamos un poco más a fondo, y llegamos a la conclusión de que es importante ser cada uno dueño de su vida y de sus actos, y no dejarse llevar por la opinión de los demás. Cada uno tenemos nuestra personalidad y debemos cultivarla y crecer en ella.

Por la tarde, fuimos andando hasta la ermita de San Pedro Regalado en el Abrojo, entre Boecillo y Laguna de Duero. Esta pequeña ermita, guarda la memoria del santo patrono de Valladolid, en el lugar donde vivió la reforma de la Orden Franciscana. Todos disfrutamos del paseo, aunque al final pensábamos que nos iba a nevar o algo así, porque pasamos un frío atroz. 

Sin duda, una de las cosas que más gustan a los chavales junto con el pabellón y los partidos de futbito, es la velada. Esta vez con nuevos juegos y nuevas pruebas, que hicieron que todos se quedaran con la boca abierta. Pensaban que ya sabían todos los juegos posibles y por lo visto aprendieron alguno más, aunque todavía alguno esté preguntándose cómo se hace lo del adivino.

Después de dos noches toledanas, de recoger la casa y todo lo demás, llegamos a La Cistérniga para la misa, que fue animada por estos chavales de Confirmación.

Este año recibirán el sacrametno de la confirmación unos 18 y el próximo año el resto (esperamos), aunque bien saben ellos que el camino no termina, y que seguimos creciendo y construyendo juntos parroquia, comunidad y tantas cosas. Una vez más gracias a los monitores por dar el 100% de vuestra vida, de vuestro tiempo, de vuestros conocimientos... Que Dios os pague tanto cariño sembrado en estos chavales.