Todavía disfrutando de un buen tiempo, tuvo lugar el pasado 30, el ya tradicional Magosto

Unos 600 comensales se acercaron a la parroquia el pasado 30 de octubre para celebrar la víspera de la fiesta de Todos los Santos, degustando unas exquisitas castañas gentileza del Viejo Portazgo y de la Parroquia, que puestos de acuerdo, organizaron este acto. Tres asadores de castañas nos sirvieron para llegar a tiempo y no hacer esperar demasiado a la gente, pero las colas llegaban hasta el fondo de la plaza.

El acto comenzó al as 19 h. encendiendo el fuego. Los jóvenes estuvieron por la mañana abriendo las castañas para que no saltaran, aunque parece ser que introdujeron en la cesta de las cortadas algunas sin cortar, para regocijo del mocerío cada vez que saltaba una. 

Terminó la castañada con unas delicatesen del gorrino. Como quedan demasiadas brasas y ninguna castaña, para aprovechar las brasas, sacamos todo lo que teníamos a mano: panceta, chorizos, morcilla, pollo... la cosa era dejar el congelador ya vacío para pasar los rigores del invierno. Fueron desfilando las diversas viandas, rematadas con unos buñuelos de Conchi y Miñuca, y la estupenda queimada que nos preparó Suni, con conxuro y todo lo necesario. 

El acto que la parroquia organiza de forma gratuita, pretende acercar a los fieles y viandantes, a otra dimensión de parroquia, que es la de compartir y celebrar. Hecho en la víspera de Todos los Santos, pretende recuperar una tradición muy española, típica de estas fechas.