Los Catequistas de la Vicaría de San Marcos disfrutaron una singular convivencia.

El pasado día 19 de septiembre tuvimos una convivencia de catequistas de las ocho parroquia que conforman nuestra vicaria de San Marcos: Santo Domingo Savio, San Juan Bosco, María Madre de Dios, Santa Marta, San Juan María Vianney, Santa Teresita del Niño Jesús, San Carlos Borromeo y San Marcos.

Y recordando la frase dicha por El Papa Francisco: Que ser catequista es una verdadera vocación porque no se trabaja o se hace de catequista sino que "se es catequista" iniciamos poniendo en manos de Dios y bajo la protección de la Virgen María nuestro encuentro en el Centro Juvenil Ludovico Pavoni. Nuestro padrecito Gregorio como buen anfitrión del encuentro nos recibió con una refrescante agüita y un sabroso maní.

Fue un encuentro muy animado en donde a través de dinámicas y reflexiones nos recordaban la importancia de nuestra misión como catequistas: es Una vocación, es un regalo de Dios.

Cuando decimos sí a Dios, hemos de saber exactamente qué hay en ese sí. Sí significa “me entrego” total y absolutamente, para ser trasmisores  de su palabra a los catequizandos, como servidores e instrumentos que trasmiten el amor y la Paz de Dios.

Mientras llegaba nuestro almuerzo nos fuimos presentando las ocho parroquias con sus catequistas y su respectivo párroco y luego recibimos un hermoso detalle que cada párroco tenía para sus catequistas.

Y llego nuestro anhelado y esperado almuerzo y no podría ser otro que lo típico de nuestro llano carne a la llanera (mamona) con papa, yuca y platanito y una  refrescante bebida llamada refajo hecho con cerveza y gaseosa ofrecida por nuestra Parroquia de San Marcos justo para calmar nuestra sed de el día tan bendecido y calientico que nos regaló el Señor.

Y al final nos despedimos dando gracias a Dios, a las compañeras catequistas y sobre todo a nuestros párrocos por haber hecho posible este encuentro tan significativo y bendecido.