La cosa es recordar, celebrar, vivir, aprender...

Viacrucis o belén, porque no se sabe muy bien qué fue lo que hicimos ayer por la tarde con los pequeñines de Catequesis Familiar. En primer lugar vinieron todos pertrechados de toallas, telas y otros enseres para representar la pasión, cada uno según se le había indicado. Vienieron los padres, los catequistas... en fin. Las estaciones, así para ser más pedagógicos, fueron cinco, y los chavales lo representaron lo mejor que pudieron. Entre estación y estación, la posibilidad de preguntar a los padres las cosas que les creaban dudas: qué significaba INRI, quién traicionó a Jesús, qué es una traición, si Jesús subió al cielo, si sobrevivió a la muerte... en fin. Los padres y catequistas con una paciencia extrema. Los niños alumbrando el paso de la cruz, el que hizo de Jesús, como procede, paciente y sumiso, que hasta se dejó crucificar, las mujeres con los perfumes, María llorando, Judas el peor... En fin, toda la galería de personajes fueron desfilando ante los ojos atónitos de estos pequeños, que aprendieron mucho y se fueron a casa sabiendo más cosas y sobre todo sabiendo cuánto nos quiere Jesús. 

A veces resulta difícil trasmitir a gente tan menuda cosas tan grandes, pero con buena voluntad y paciencia todo se consigue. Para nosotros, son cosas que antes aprendíamos en las familias, y que en este momento ha desaparecido ese lugar como lugar de aprendizaje. 

Desear a todos una feliz Semana Santa, y el domingo nos vemos en la procesión de los Ramos, desde la plaza de la Cruz, a las 12,30 h.