Rodeados de amigos, fieles, antiguos alumnos, religiosos... hemos celebrado esta fiesta de la Inmacu

En una sencilla pero entrañable celebración en la parroquia de San Ildefonso de La Cistérniga, hemos celebrado a nuestra Madre la Virgen Inmaculada. Han sido varios los antiguos alumnos que se han acercado has aquí, religiosos de otras comunidades, nuestras queridas hermanas vedrunas, siempre dispuestas para todo, jóvenes, niños, catequistas, antiguos vecinos y amigos, miembros de la Familia pavoniana... y nutrido grupo de fieles que no han querido perderse esta fiesta tan nuestra. Durante los nueve días de la novena, nos hemos dirigido a María "pidiéndole que nos acepte como hijos", como decía Pavoni a Guccini. Hoy la hemos invocado como "Madre nuestra querida", igual que lo hacía Pavoni en el día de su fiesta.

Con nuestras hermanas Concepcionistas Franciscanas, hemos recuperado la costumbre de celebrar a la Inmaculada con vestiduras azules, un privilegio que concedió Pío IX a España por defender tan ardientemente el dogma de la Inmaculada durante muchos siglos, mucho antes de la proclamación del dogma, y hemos rezado los unos por los otros, por la Congregación y especilamente por los jóvenes destinatarios de nuestro carisma. Ha sido un día entrañable que hemos acabado con un refresco en el salón parroquial, dándo buen crédito de la limonada y otras viandas. 

El próximo día 21 de diciembre, un grupo de laicos renovará su consagración bautismal, unidos también a esta fiesta de la Inmaculada. Que la Virgen nos ayude a todos a permacer fieles, y siga cuidando de nuestras familias y nuestras obras.