Nuestro Provincial visitó las comunidades de Bogotá y Villavicencio

Pavonianos en Colombia

VISITA DEL PADRE MARCELO

Después de un largo viaje en avión desde España, y del cambio de horario y de clima, el cuerpo te pide descanso. Sin embargo, nuestro provincial, quería aprovechar bien el poco tiempo que tenía disponible y por eso, al día siguiente de llegar a Bogotá, se embarcó él solito en la flota de la Macarena que va hasta Villavicencio. Con las obras de la doble calzada, los camiones y las curvas de la carretera, el padre tuvo que soportar otras tres horas más de un viaje no apto para los que se marean fácilmente. En la estación de buses de Villavo le esperaba el hermano Jesús, en la tarde del  viernes 21 de noviembre, en medio de un fuerte aguacero. Después de tomar juntos un tintico, se dirigieron a la casa pavoniana a ubicarse y tomar una pequeña merienda. Tuvimos poco tiempo porque a las 6 p.m. el padre Marcelo ya celebró su primera eucaristía en nuestra parroquia ya que el p. Gregorio tenía que sustituir a otro sacerdote de una parroquia vecina.

Por la noche, el p. Marcelo estaba cansado y con sueño, sin embargo los laicos de la Familia Pavoniana de Villavo le habían preparado un bonito recibimiento con pizza, helado, gaseosita,… y aprovecharon para contarle las conclusiones de la Convivencia anual que habíamos realizado el pasado lunes 17 de noviembre. El padre sacó fuerzas para animar y alentar a nuestros colaboradores laicos.

El sábado, el domingo y el lunes, el p. Marcelo aprovechó para hablar con los hermanos, para colaborar en las labores dela casa y en la celebración de las eucaristías dominicales y también para acompañar al padre Gregorio en sus negocios por el centro de la ciudad. No pudimos sacarlo de paseo a visitar algún paisaje bonito de los Llanos, pero al menos estuvimos almorzando una rica “Mamona” mientras disfrutábamos del video del Gran Llanerazo. De todas formas el padre provincial nos prometió que el próximo año estaría algún día más entre nosotros para  que podamos hacer ese paseo más tranquilamente.

El martes 25, los dos miembros de la comunidad junto con el p. Marcelo, madrugamos un poco y a las 6,10 a.m. exactas salió la colectiva desde el terminal de transportes para ir juntos a Bogotá a encontrarnos con nuestros hermanos pavonianos y recibir el Documento capitular de manos del padre provincial. Este gesto nos alentó a leerlo, reflexionarlo y ponerlo en práctica a lo largo de estos seis años.

En la reunión que tuvimos las dos comunidades con el padre Marcelo, vimos que la situación de los pavonianos en Colombia no es fácil, entre otras cosas por la falta de vocaciones, pero confiamos nuestras obras a Dios y con esperanza y alegría nos lanzamos a colaborar en la construcción del Reino de Dios y su justicia, confiando en Dios y en la Virgen Inmaculada, nuestra santa protectora, pues sabemos que nunca abandonan a sus hijos.

Ahora el padrecito se encuentra en Bogotá, animando a los hermanos y laicos de esa comunidad. Espero que ellos sí hayan sacado un tiempito para dar un paseíto todos juntos, porque el descanso y la convivencia también son muy importantes en la vida de la comunidad.


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