Castañada, música, amigos... y merienda

Promovido por la parroquia San Ildefonso, y patrocinado por el Restaurante el Portazgo de La Cistérniga, tuvo lugar la noche del 31 de octubre, la "Noche de Todos los Santos", una castañada acompañada de música tradicional. El objetivo primero fue recuperar una tradición española que en algunos sitios se mantiene: el magosto, o castañada en torno a la Fiesta de Todos los Santos. Creíamos que la fiesta de Halloween, aunque simpática, no responde a nuestra tradición, y que tenemos en nuestra cultura detalles bonitos y fiestas que todavía debemos recuperar y cuidar, para no ser colonizados por otras culturas más o menos dominantes. El caso es que, puestos a asar en una vieja paellera del Colegio, pues cayeron los 25 kg. que Ángel nos había suministrado. El tiempo era buenienísimo, más bien de calor, y la gente estaba gustosa en la cola, escuchando la música de dulzaina y tamboril, interpretada por Felipe e Iván, charlando, confraternizando... ese era otro objetivo importante que también se ha cumplido con creces. Y para que pase, unas botellitas de vino, y luego, como quedaban muchas ascuas pues uno ha ido a por un poco de panceta que tenía congelada, el otro unos chorizos, el otro unas salchichas y otro poco de panceta, otro el pan... y al final, después de repartir castañas a unas 200 personas, pues ha habido merienda para los más fieles, catequistas, consortes y otras hierbas, y aprovechando el permiso del Alcalde para el evento en la Plaza, pues hemos sacado la parrilla y hemos dado buena cuenta de esos restos del verano que quedaban en los congeladores. Canciones, chistes... en ese marco maravilloso que es la Plaza Mayor de La Cistérniga.

Esperamos repetir el evento el próximo año, quizá con algo más de vino, con más aparatos para asar... y que los niños vestidos de diablos y esqueletos, no nos miren como bichos raros, sino que sepan que estamos celebrando la Noche de Todos los Santos, una noche feliz que nos lleva del otoño al invierno, en la que recordamos a tantas personas buenas que nos cuidan y protegen, no como sombras malas o pesadillas, sino como espíritus bienhechores. Gracias a todos los que habéis hecho posible este evento, también como parroquia y desde la parroquia.