El sábado 16 de Abril a las 6 p.m. monseñor Oscar Urbina consagró nuestro templo

CONSAGRACIÓN DEL TEMPLO PARROQUIAL SAN MARCOS

Después de repartir la comunión, el p. Vittorio, que vino desde Bogotá para estar presente en esta bella celebración, con la emoción y el recuerdo de tantos esfuerzos, alegrías y momentos inolvidables que le venían a la mente, nos dijo casi con lágrimas en los ojos que la construcción del templo parroquial san Marcos se la debemos agradecer sobre todo a la Divina Providencia, pues gracias a Dios muchas personas de fe, comenzando por Simón y Carmen Mora, que regalaron el lote donde hoy está construido el templo, siguiendo por el ingeniero y la arquitecta que realizaron el proyecto de forma gratuita y continuando por el señor Daniel, el maestro que falleció hace unos meses y que seguramente nos acompañó desde el cielo, y por tantas personas que a lo largo de estos años han colaborado generosamente con sus aportes, muchos o pocos, pero realizados siempre con fe,  los bingos, las empanadas, las rifas y todos los eventos que se han realizado en estos cinco años que ha durado la construcción, todos han sido “tocados por Dios” para que este  templo luciera hoy hermoso, muy bien adornado, lleno de niños, jóvenes y adultos.

Y es que la celebración del sábado 28, en la que estuvo presente nuestro obispo Monseñor Oscar Urbina, resultó algo entrañable que quedará en el recuerdo de muchas personas. Aparte del obispo, nos acompañó también el p. Wilmer León que fue el primer párroco de San Marcos, las religiosas franciscanas de la Sagrada Familia que son nuestras vecinas y cuatro miembros de la familia pavoniana de Bogotá (Rosalba Quiroga, Bárbara García, René Villamizar y Javier Marcelo), junto con el hermano Mauricio Carreño que representaban a todos la familia pavoniana que seguramente estaban también a nuestro lado con el recuerdo y la oración.

Quizás el momento más emotivo, aparte de las palabras del p. Vittorio, fue cuando Monseñor ungió las doce columnas redondas de nuestro templo y colocó un cirio en cada columna. En ese momento los jóvenes del coro, que estrenaban batería electrónica, cantaron con mucha alegría la canción “Alma misionera” que toda la comunidad acompañó con sus voces.

Después de la misa, unas 100 personas tomamos el ponqué y brindamos con un rico vino, comimos un pizza que ya se estaba quedado algo fría y finalizamos con un heladito bien rico.

Aunque preparar un evento como éste no es fácil, gracias a Dios todo salió bien y nuestro nuevo párroco, el p. Gregorio, pudo al fin descansar de tanto ajetreo de los últimos días.

Ya está construido y consagrado el templo parroquial, pero ahora queda lo más difícil porque como nos dijo el p. Gregorio “no queremos construir una catedral en el desierto, sino un tempo vivo formado por piedras vivas que debemos ser cada uno de nosotros”. Que Dios nos siga acompañando en esta bonita pero difícil labor.

En medio de tanta alegría, hoy nos han dado la triste noticia del fallecimiento de Arancha Requena. Enviamos un sentido pésame a Eloy, Paula y Helena y le pedimos a Dios que acoja en su seno misericordioso a nuestra amiga Arancha, una joven quizás algo rebelde pero que siempre conservó el corazón grande, alegre, puro y sincero de una niña. Que ella interceda a Dios por cada uno de nosotros desde el cielo.