Villavicencio. Pascua 2014Con la ayuda del padre Vittorio y del hermano Meyer, los hermanos de Villa

Villavicencio. Pascua 2014

YO SOY EL QUE SE ENTREGA PARA DAR VIDA

Con la ayuda del padre Vittorio y del hermano Meyer, los hermanos de Villavicencio han realizado una bonita Semana Santa.

Estamos celebrando el año jubilar arquidiocesano, recordando los  50 años de nuestra arquidiócesis y también los 10 años de  presencia pavoniana en esta ciudad y estos dos acontecimientos han guiado sin duda la celebración de nuestra Pascua.

Como todos  los años, el lunes, martes y miércoles santo hemos realizado  las  Pascuas Infantiles (por las mañanas) y Juveniles (por las tardes). A la pascua infantil han acudido  unos 50 niños de la  parroquia y del Centro Juvenil. El hermano Meyer, que vino  a apoyarnos desde Bogotá, coordinó el grupo de jóvenes de colaboraron para animar a los niños. La pascua juvenil la animó el hermano Jesús. El lema de la pascua  juvenil fue: Yo soy el que se entrega para dar vida. Este año no han asistido muchos jóvenes a esta pascua pues algunos ya estaban comprometidos en la animación de la pascua infantil y otros escaparon como los Apóstoles el día del Jueves Santo, sin embargo los jóvenes que asistieron terminaron muy contentos de la experiencia realizada.

Durante el Triduo Pascual, algunos jóvenes colaboraron con el p. Gregorio en la animación musical de las celebraciones litúrgicas en los conjuntos residenciales cercanos al terminal de transportes que pertenecen a nuestra parroquia. Otros  colaboraron con el p. Vittorio, nuestro  antiguo párroco, que vino desde Bogotá a acompañarnos en esta semana y realizó su apostolado en la sede central  de nuestra parroquia. La gente sigue recordando con cariño al padrecito  Vittorio y quizás también por eso todos los días, el templo parroquial ha estado abarrotado de fieles católicos.

El Jueves santo celebramos, en el templo parroquial, junto a toda la comunidad de fieles, la Cena del Señor y seguidamente durante cinco horas  realizamos la Hora Santa en distintos momentos preparados por los grupos de apostolado. El Monumento del Santísimo que prepararon algunas mujeres estaba precioso ya que imitaba un paisaje llanero, con el sol, el agua y las garzas. Los niños escucharon en vivo el testimonio de Pedro, Juan y Andrés y los jóvenes hicieron una bonita oración titulada “las siete palabras del Jueves Santo”.

El Viernes santo fue el viacrucis dramatizado por los niños y los jóvenes que recorrió  todas las calles de nuestra parroquia. El Señor nos regaló un día soleado, por lo que todo resultó muy bonito. Por la noche, escuchamos el Sermón de las siete palabras proclamadas por varias personas de nuestra parroquia, seguidamente hicimos la procesión con el santo Sepulcro y nos quedamos hasta las 11 p.m. velando  el cuerpo del Señor.

En la Vigilia Pascual los jóvenes hicieron una bonita presentación en el momento del fuego y se notaba la alegría de la gente sobre todo por el ardor con el que acompañaban los cantos de la celebración. Por cierto, este año hemos estrenado nuevos instrumentos y sonido que han favorecido la animación de las celebraciones litúrgicas y la participación de  los  jóvenes.

Muchas celebraciones, muchos gestos, muchas palabras,… Ahora empieza el Tiempo pascual, el tiempo de demostrar que creemos en Cristo resucitado. Que se note en nuestra entrega y nuestra alegría.