Rodeamos de un numeroso grupo de amigos y antiguos alumnos celebramos esta entrañable fiesta

Todas las fiestas tienen su víspera y su octava. Así ocurre con la Inmaculada que celebrábamos hace una semana, rodeados de amigos, laicos, antiguos alumnos y feligreses de La Cistérniga. Y con la Inmaculada el 166 Aniversario de la Fundación de la Congregación. Durante la novena, nos acompañó un numeroso grupo de fieles de La Cistérniga, a las 20 h., y fuimos desgranando diferentes virtudes de María. El día de la Inmaculada, todos quisieron estar presentes, y a pesar del frío, resultó una tarde entrañable. Nos reunimos a las 18,30 h. para la eucaristía, en la que renovamos devocionalmente nuestros votos como religiosos, y honramos a nuestra Madre, la Virgen Inmaculada. A continuación, en el salón parroquial, disfrutamos de un vino español y de la grata compañía que hizo de la tarde una tarde entrañable.