La comunidad y la Familia Pavoniana de Bogotá celebramos nuestra fiesta.

Como es tradición en nuestra comunidad pavoniana de Bogotá también este año ha sido una celebración bastante intensa aunque menos multitudinaria que otros años a pesar de coincidir con el segundo domingo de adviento pues la conferencia episcopal de Colombia ha hecho prevalecer la solemnidad.

Empezamos con una novena poco participada con el rezo del santo rosario en la parroquia a las 6 de la tarde y rodeados del ruido y el polvo de las obras de reparación del cerramiento, mientras gozábamos de la visita de nuestro provincial y celebrábamos la institución de los ministerios de lectorado y acolitado del Hº. Meyer el domingo 1º de Diciembre.

Después la Vigilia fue precedida de una numerosa celebración bautismal para 36 niños y una eucaristía especial porque se iniciaban las primeras comuniones en la noche llamada de las velitas por la costumbre de adornar las fachadas y ventanas con multitud de velas en compañía de la familia.

Al amanecer del día 8 madrugamos para homenajear a nuestra querida Madre con el rosario de la aurora a las 6 de la mañana en procesión desde el templo parroquial de Cristo de la Paz hasta la capilla de Nuestra Señora de los Valles y concluir en la Casa pavoniana a las 7,30 con la celebración de la renovación de las promesas bautismales de los laicos de la Familia Pavoniana, saborear el tradicional “chocolatico” y unirnos de nuevo en la parroquia con los demás fieles en la oración de Laudes a las 8,30.

De nuevo a las 9 otro grupo de niños de primera comunión y más aún a las 12 donde acompañamos al Hº. Meyer en su renovación de la profesión religiosa de sus votos por una año más, el templo quedó abarrotado de gente.

Seguimos pidiendo al Señor con más insistencia por intercesión de María Inmaculada que suscite nuevas y más generosas vocaciones para nuestra familia religiosa y logremos afianzar el carisma pavoniano en el corazón de los jóvenes colombianos.