Testimonio de los catequistas de Vicálvaro

Dice la replica handbagsepístola de Santiago: De qué le sirve a uno tener fe, si no tiene obras... ¿Acaso esa fe puede salvarlo?... Pues qué mejor manera que, louis vuitton handbagsen el año de la fe, mostrar el testimonio de un puñado de hombres y mujeres cuya fe no está separada de sus obras. Ellas y ellos, los catequistas de la parroquia Santísimo Cristo de la Guía y San Juan de Sahagún, a traves de sus obras, nos demuestran, hoy, su fe... Les dejamos la palabra, no sin antes agradecerles su trabajo y su ejemplo para todos nosotros. 

Me llamo  Gonzalo, tengo dos hijos que acuden a la parroquia y este es mi primer año como catequista.   Para mí ser catequistas es hacer de instrumento de Dios para que los niños tengan su primer contacto con Él. He estado 14 años en contacto con los salesianos, por lo que no me ha sorprendido la vida y las actividades de los pavonianos. Me encuentro muy agusto con ellos, además de traerme muchos recuerdos de mi adolescencia y de mi juventud. A partir de esta experiencia como catequista estoy empezando a ver la vida de otra manera y está favoreciendo en gran medida mi relación con Dios.

 

Me llamo Carmen y llevo 30 años como catequista. Considero esta misión replica watchescomo un compromiso y una entrega de poder transmitir a los niños mi fe en Dios. Me siento alegre de poder compartir con los pavonianos mi fe.

Soy Diana. El primer llamado que me hizo Dios para evangelizar fue a los 16 años, en Colombia, donde cada sábado, de una manera lúdica, conocíamos a Jesús. En 2010 Dios vino a buscarme de nuevo para que compartiera su Palabra con los niños y les ayudara a seguir su camino. La comunidad pavoniana me ha permitido pertenecer a una familia donde se trabaja para que los niños y los jóvenes vivan con amor y entusiasmo la experiencia de conocer a Jesús.

Me llamo Angelines, empecé a ser catequista a los 15 años. Tras dejarlo un tiempo, reanudé mi misión... Llevo 35 años. Ser catequista supone para mí dar algo de lo que a mí se me dio en mi infancia: Fomentar la fe a los niños y con la fe, el cariño y el conocimiento de Cristo. Yo siempre viví la fe con mucha profundidad. Ahora, al lado de los pavonianos, hace nacer en mí algo muy profundo, viviendo su entrega en favor de todos: niños y mayores. A su lado vivo la misma fe pero con más alegría e lusión. Pido a Dios que esteis con nosotros muchos años, pues todos formamos una bonita y gran familia.

Soy Paqui, estoy casada y tengo una hija que se llama María y pertenece al grupo Saiano. Llevo siendo catequista desde hace ocho años, y siento una felicidad interior al poder colaborar en mi parroquia y ayudar a los niños a que conozcan la vida de Jesús. Los pavonianos me están ayudando a crecer en mi fe, a ser mejor persona y así puedo hacer mejor mi misión y me siento querida por ellos.. Desde que estáis con nosotros la parroquia está VIVA. Hay niños y jóvenes y nos traen alegría e ilusión.

Soy Tita, empecé a dar catequesis en el año 1968 (excepto 8 años que tuve que ausentarme para cuidar a mi hermano que estaba en una silla de ruedas). El ser catequista me supone un bien espiritual; el iniciar a los niños en la fe cristiana me reconforta y me da vida. Estoy muy contenta de la obra tan bonita y tan laboriosa  que están haciendo los pavonianos con la comunidad cristiana.

Me llamo Agustina, estoy casada y tengo dos hijos, uno casado y tiene un hijo y el otro soltero pero vive en su casa. Los dos trabajan, gracias a Dios. Soy catequista hace 25 años. Ser catequista es para mí un compromiso y una necesidad de hacer por los demás lo que otros hicieron por mí, además de conocer a mucha gente que Dios sigue poniendo en mi camino. Los pavonianos me ayudan a vivir en la fe, en el amor , en la cofianza y en la compresión como una gran familia.

¡Hola! Me llamo Toñí (es la coordinadora de catequistas), soy ama de casa y tengo dos hijas que muchos las conocéis; son Verónica y Virginia que pertenecen al grupo Saiano. Aunque siempre he estado en contacto con mi parroquia no pasé a ser catequista hasta que empezó Virginia a prepararse para la Primera Comunión. La verdad es que hacían falta catequistas y el párroco que había entonces me lo pidió. Empecé con catequesis de Primera Comunión y tuve cierto temor a no saber llevarlo, pero con la ayuda de Dios fui haciendo lo que buenamente pude. Rápidamente me propusieron dar catequesis de Confirmación y volvieron las dudas, al estar con chicos con edades "en plena ebullición." Fue el momento en el que pedí al Señor que me guiara para saber comprenderles y que me diera paciencia en ciertos momentos... Hoy puedo decir que, como dicen ellos, hay "buen rollito" e intento ser su amiga y hacerles ver que lo importante en esta vida es ser buena persona y, si vivimos siguiendo los valores que Jesús nos enseñó, no vamos a tener problemas, de los que no podamos salir. Todo esto ha supuesto para mí una felicidad interna, porque creo que estoy sembrando una semillita  que algun día crecerá, y, a la vez, pongo mi persona al servicio de Dios, que tanto me da a mí. Cuando me dijeron que venían "los pavonianos" me metí en Internet  a ver quién era "esa gente"  y cuando vi su carisma, pensé: "No puede ser gente mala, es justo lo que necesitamos para nuestros chicos." Al conocerles he sentido los brazos abiertos de alguien que no distingue por la raza, la condición social ni cualquier otra cosa. Desde el primer momento, tanto los religiosos que hay aquí como la familia pavoniana de Albacete, Cáceres, Valladolid y San Sebastián que conozco (jóvenes y menos jóvenes) me he sentido acogida como uno más de ellos; no se ha notado en ningún momento que "yo era la nueva." Ah, y este comentario también me lo han hecho mis hijas. De esta manera vives la fe en comunidad, compartiendo y exponiendo tus vivencias y sentimiento sde una manera sencilla y alegre. red bottom shoes Y por último y pará mí muy importante es mi marido (Evelio) que jamás me pone pegas para pasar mi tiempo al servicio de la parroquia; ayudándome en cualquier cosa que precise, para que yo pueda acudir; incluso, para que siga adelante, él me da ánimos.louis vuitton outlet

Carlos es el animador del grupo Saiano que, actualmente, lo forman 15 jóvenes.

Verónica es la animadora-coordinadora de los Sábados con Pavoni, además de ser la catequista suplente (cuando falla alguien, allá va Vero).

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