Testimonio de mi primera profesión como religioso pavoniano.

Después de un año de experiencia de Noviciado, en el cual he Configurado mi vida con la de Jesucristo, he confiado y he puesto mi confianza en Él, “Después de haber encontrado a Cristo, es imposible no sentir el impulso, la necesidad de anunciarlo” (Bº Juan Pablo II), el Señor me ha demostrado mi camino y me pide que cada día me done más a mis Hermanos con una entrega absoluta, me ha mostrado que vivir en comunidad es compartir las cualidades para un  crecimiento y fortalecimiento de la misma.

 Como escribí en mi primera experiencia: “Miren que paz se goza cuando los hermanos viven en Santa Unión y Caridad” (Sal 133), he podido vivir esa experiencia y me he dado cuenta de que el Señor me ha regalado una Congregación en la que se puede reflejar lo que dice el salmo 133.

 La Oración al Señor es el puente mas bonito por medio del cual le podemos dar a conocer todas nuestras experiencias buenas y malas que nos suceden, El siempre nos escucha y siempre esta alerta a lo que le pedimos y le confiamos “Encomienda a Dios tus afanes, que El te ayudara a resolverlos” (Sal 54); siempre mantuve la esperanza en Dios en esos momentos de dudas y de dificultades pero siempre fui perseverante y constante en la Oración:”Alegres en la esperanza, fuertes en la tribulación y perseverantes en la Oración” (Rm 12,12).

 Después de quince días donde tuve una muy bella formación de votos y Retiros Ignacianos pude discernir en la Oración, Meditación, Contemplación y Escucha de que el Señor me llama ahora a hacer parte de una Congregación de un carisma especifico, a realizar y extender el carisma del P. Pavoni, a vivirlo, teniendo siempre esperanza y fortaleza en el Señor.

 Con los votos que he profesado “Porque tú, oh Dios, has oído mis votos” (Sal 61) y con la ayuda de mis Hermanos los cumpliré fielmente “Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el Pueblo” (Sal 115); donando mi vida, aprendiendo a entregar mis capacidades y a seguir el Carisma del P. Pavoni como se lo sigue pidiendo a sus Religiosos.

 Hno. Andrés Mauricio Carreño Pinzón                   (Bogotá - Colombia)