Este año, la celebración de la pascua en la parroquia San Marcos de la ciudad de Villavicencio

¡Aleluya, Aleluya, el Señor Resucitó!

Este año, la celebración de la pascua en la parroquia San Marcos de la ciudad de Villavicencio,  estuvo como siempre muy animada y participativa, con la alegría de los niños y jóvenes  de nuestra parroquia y del Centro Juvenil  Beato Ludovico Pavoni.  La semana se dio apertura con la alegría de la procesión del domingo de ramos.

El lunes, martes y miércoles,  fueron días dedicados  especialmente a  celebrar la pascua infantil en horas de la mañana a cargo del Hno. Meyer, junto con los novicios Mauricio y Javier, con la significativa presencia y colaboración de algunos jóvenes que llevan un  tiempo de formación y cercanía en nuestro centro juvenil  y son miembros activos de los grupos parroquiales.

En horas de la tarde, se celebraba la pascua juvenil,  que muy bien preparó el Hno. Jesús.  El último día de estos encuentros invitamos al  grupo juvenil de la parroquia vecina, que es acompañado por unas religiosas franciscanas.  Una tarde muy amena que llegó a congregar a más de setenta jóvenes en el centro juvenil Ludovico Pavoni.  Fue un encuentro significativo, en el cual, hubo espacio para reflexionar sobre la realidad de los jóvenes de hoy,  el sentido  de la Pascua de Jesús en la vida de los jóvenes y los alcances de esa fuerza  transformadora  que comunica la   “Luz del Resucitado “.

El triduo pascual, marcado por un espíritu de fervor, devoción y recogimiento, durante las celebraciones litúrgicas y las tradicionales procesiones por el barrio, presididas por el P.Vittorio que se mantiene firme como un roble, dando lo mejor de su vida como religioso sacerdote pavoniano.  Por la noche del sábado Santo, en la Solemne Vigilia Pascual  prorrumpió en todo el pueblo de Dios, el cántico gozoso del ¡Gloria! y el  ¡Aleluya, Aleluya, el Señor resucitó!  

Como notas curiosas les cuento que la parroquia este año estrenó la imagen de Cristo Resucitado que legó a la parroquia una catequista antes de morir, como recordándonos que ya participa de esa realidad gloriosa de la resurrección, y que para el cristiano, la muerte no tiene la última palabra, que Cristo ha vencido la muerte, y nos ha hecho partícipes de su vida inmortal, y por eso siempre podemos cantar con gozo y fe:   ¡Aleluya, el Señor Resucitó, Aleluya!  Esta confesión kerigmática es el centro de nuestra fe, es la predicación de la iglesia, y la esperanza para el hombre de hoy, cada vez más necesitado de vida, en contra de una “cultura de la muerte” bajo diversas formas ideológicas y concretas.  La predicación de Cristo muerto y resucitado, nos deja  un mensaje de esperanza y sentido de plenitud, es la gran posibilidad que tenemos todos los seres humanos de ser resucitados a una  Vida nueva:  “Yo he venido para que tengan Vida y la tengan en abundancia”.

A continuación, les dejamos una galería de fotos donde verán las actividades y las emotivas celebraciones litúrgicas.

¡Felices Pascuas de Resurrección!