Los días 3 y 4 de diciembre, para todos los pavitos colombianos

Un año más hemos aprovechado la Novena de la Inmaculada para realizar el 2º Encuentro de la Familia Pavoniana Infantil Colombiana, uniendo a los “pavitos” de Villavicencio y Bogotá.

En sólo dos días hemos realizado muchas actividades: la oración mariana, el superjuego divertido “¿Quién quiere ser pavoniano?”, los “patos al agua” en la finca El Rancho, la eucaristía animada por el coro “Voces de paz” de los niños de Bogotá, boda y bautizo, una evaluación muy bonita con carteleras ilustrativas y desde luego la lunada, que estuvo muy bien, aunque hubiera sido más bonita en el patio del Centro Juvenil, pero es que en estos días cuando no llueve, diluvia.

Como una curiosidad de este año es que la noche anterior a la convivencia hubo una falsa alarma en Villavicencio, pues a media noche nos informaron que el embalse de Chingaza se había quebrado y llegaba la avalancha a toda velocidad. El panorama era tremendo: gente en los tejados, otros corriendo llevando al hombro la televisión o el equipo de música, gente gritando,  etc. Gracias a Dios todo fue una broma pesada realizada a través de los celulares pero la realidad es que estuvimos casi toda la noche sin dormir y al día siguiente llegaban los niños de Bogotá. Desgraciadamente hubo varios enfermos y algunos muertos.

La otra aventura es que el domingo por la noche, mientras estábamos en la misa de las 6 p.m., se nos metieron los ladrones por una teja y nos armaron algunos destrozos. Pero ¿Qué le vamos a hacer? Pidamos también por ellos al Señor.

Agradecemos a Bárbara, Blanquita, Teresa y las mamás de los niños la colaboración prestada y desde luego agradecemos a María Inmaculada, nuestra madre protectora, todo su amor y cuidado.

El próximo año vamos a tratar de aumentar un día más este encuentro y además en agosto queremos ir a Bogotá con los niños de Villavo. Aunque los educadores siempre terminamos algo cansados y medio enfermitos, sabemos que estas convivencias son muy importantes para los niños y con la ayuda de Dios y la Virgen Inmaculada, seguiremos repitiéndolos hasta que Diosito nos dé fuerzas y ánimo.