Sobre el Encuentro Internacional de Formación Pavoniana en Brasil

De regreso en nuestra casa, desempacando maletas y retomando nuestras labores cotidianas, queremos compartir la alegría y el gozo que  para nosotros significó el encuentro de formación permanente  de religiosos jóvenes llevado a cabo los días 11-31 de julio en el hermoso y paradisíaco Brasil. 

Los primeros días,  estuvieron marcados por un espíritu de reflexión y oración, ya que fueron jornadas de ejercicios espirituales,  dirigidos por un sacerdote Comboniano, quien desde una perspectiva evangélica nos recordó que el consagrado es signo de esperanza para muchos “despojados”  de hoy.

Exhortación que como pavonianos nos hace volver la mirada con fe y optimismo hacia aquella  opción que marcó y cambió la vida de nuestro Padre Fundador: “los niños y jóvenes más  pobres y abandonados”.   Redescubrir en nuestra sociedad de hoy  “esos dulces atractivos” que conquistaron la vida y vocación de Ludovico Pavoni.

Finalizados los días de retiros espirituales, continuamos con los profundos, motivantes  y enriquecedores temas sobre la vida y obra del Beato Ludovico Pavoni,  expuestos por el P. Roberto Cantú, quien con su simpatía y su pericia en cuanto a conocimiento del Padre Fundador, nos hizo profundizar en la vida y el carisma del fundador, un carisma auténtico, original y profético. 

Nos dejaba expectantes y con ganas de escuchar más sobre Pavoni, ese era el sentimiento de todos.  Su amor al Padre Fundador  nos confirma que nuestra Congregación es enriquecida por un carisma que nos lleva a una santificación personal y comunitaria, que ese Carisma dado por el Espíritu Santo, sigue vivo  ¡Pavoni sigue vivo!

De verdad que esta experiencia fue singular, vivimos por unos días la diversidad de culturas y de lenguas, cada uno supo aportar de lo suyo para el enriquecimiento de todos. 

Recordamos con mucha alegría a cada uno de los participantes de este encuentro, españoles, italianos, africanos. De manera especial queremos agradecer a nuestros hermanos brasileiros por la organización de este evento, quienes con su acogida fraterna y calurosa nos hicieron sentir como en nuestra propia tierra,  también a comprender que no hay barreras, ni fronteras cuando estamos reunidos en el nombre del Señor y más si compartimos una misma vocación y carisma.  

Nos quedamos con gratos recuerdos y una gran carga de optimismo, energía y creatividad para seguir caminando tras las huellas del Divino Maestro con el espíritu y el corazón de Pavoni.  Agradecemos a Dios, a la Congregación y a todos los hermanos que hicieron posible esta experiencia  enriquecedora en nuestra vida como jóvenes consagrados.