Actividades realizadas en Cáceres con motivo de esta Semana

En un clima de oración, pero también de comunión y alegría compartida, en la Comunidad de Cáceres también celebramos hace unos días la semana vocacional pavoniana, en la que una serie de encuentros de oración y reflexión nos sirvieron para sentirnos unidos en la fe y compartir una común admiración hacia la figura de nuestro fundador, el P. Ludovico Pavoni.

El primero de ellos, titulado “Camino de Emaús”, nos recordaba la importancia de no sentirnos solos ni desamparados ante las dificultades que podamos encontrarnos a lo largo de nuestra vida, pues Dios siempre permanece a nuestro lado para acompañarnos y protegernos, aunque en algunos momentos parezca que no sintamos su presencia.

“Remar mar adentro”era el título del segundo de estos encuentros de oración y reflexión con el que celebramos nuestra semana vocacional pavoniana. Se nos invitaba a pararnos y a mirar más en nuestro interior, a revisar nuestra vida cada cierto tiempo y a poner todos nuestros actos, nuestras actividades y nuestro tiempo al servicio de Dios, para obtener, así, una vida plena y feliz.

En la cadena de oración de 24 horas que compartimos con el resto de las Comunidades y que celebramos el sábado por la noche tuvimos la oportunidad de reflexionar sobre el don de las vocaciones para nuestra Congregación y para la glorificación del P. fundador Ludovico Pavoni.

Al día siguiente, ya por la tarde, tuvimos una reunión sobre la Jornada de la Misión Pavoniana en la casa de los Hijos de Mª Inmaculada, que los pavonianos tienen en nuestra ciudad. En ella y, contando con la presencia de todos los religiosos de la Comunidad de Cáceres y un buen número de laicos de la Familia Pavoniana, disfrutamos contemplando un vídeo que explicaba con detalle todas las actividades presentes en cada una de las Comunidades de nuestro país, conociendo también a muchos de los protagonistas que, con empeño, dedicación y una buena dosis de cariño e ilusión, logran sacarlas adelante, no sin dificultades.

Un poco más tarde, con el fin de tenernos actualizados, en este mismo encuentro pudimos conocer también de primera mano las actividades que han empezado a rodar hace poco en las ciudades de Madrid, Albacete y Cáceres. Concretamente, de las actividades de la nueva parroquia de Madrid nos habló el P. Rafael, del nuevo piso de acogida para chavales menores de edad en Albacete nos informó el H. Javier y del Centro “HOGAR L. PAVONI” para transeúntes en Cáceres nos explicó con detalle la voluntaria y coordinadora de dicho proyecto, María Pacheco. Unos pasteles compartidos dieron el punto dulce y final a esta emotiva celebración, subrayando el significado de fiesta y unión de esta jornada.

Y, si los anteriores encuentros de oración y reflexión estuvieron cargados de sonrisas y emotividad, aún más especial fue la celebración de la Eucaristía en nuestra querida Ermita del Vaquero el sábado 28 de mayo, con ocasión de la fiesta del Beato P. Ludovico Pavoni, en la que quedó patente la inmensa labor que él realizó con los jóvenes desamparados de su tiempo y su espíritu de entrega, fe y sacrificio hasta el final de sus días. Al finalizar, pudimos ver un power-point sobre su vida y su significado actual en el mundo de la juventud pobre y abandonada.

Antes de la despedida, repartimos entre todos los presentes una estampa que representaba al P. Pavoni acogiendo en su casa y en su corazón a unos niños pobres, apareciendo en su reverso las últimas palabras que él pronunció justo antes de morir, su testamento espiritual.

Con unas canciones y el sabor de un rico dulce, abandonamos la capilla con un buen recuerdo en nuestra mente y nuestro corazón dispuesto a intentar acoger, acompañar y consolar a todo aquél que pueda necesitarlo.

Y es que por Pavoni, por su recuerdo y por todo lo que de él hemos aprendido, ¡merece la pena intentarlo!