En los pueblos de Segovia, como viene siendo tradicional, vivieron la Pascua de Jesús

“Amar es servir”, este era el lema este año de la Pascua Rural, donde, como en años anteriores Juan y Miguel Ángel, amigos de los pavonianos desde hace más de 20 años, nos invitaron a vivir la muerte y resurrección de Jesús,  junto con el entusiasmo y vitalidad de los jóvenes, el amor de los adultos y la sabiduría y fe de los ancianos de los pueblos de Fuenterrebollo y Navalilla, pertenecientes a la Unidad Pastoral de Cantalejo (Segovia).

Nos recibieron con los brazos abiertos, nos abrieron las puertas de sus casas, y nos sentimos mejor que en nuestras ciudades de origen, pues, vimos el amor y la fe de sus habitantes, que viven la Pascua de una forma sencilla y diferente a la de las ciudades, aquí la fe está siempre por encima de todo ya sea en jóvenes, en adultos o en personas mayores.

Todas las mañanas en la oración, Javi Chales nos recodaba el sentido del día, y como deberíamos  de vivirlo, también,  veíamos los momentos más importantes y su significado.

Íbamos con alegría a las Eucaristías, Celebraciones, Vía Crucis etc. intentando que el pueblo participase, y nosotros ayudásemos en algo, cantando, leyendo, llevando al Cristo en la procesión, etc. siempre sirviendo a los más pobres y débiles con el amor que nos caracteriza a los pavonianos. Después de cada celebración, teníamos una charla amistosa con  las personas de los pueblos, era un enriquecimiento mutuo, porque la mezcla de espiritualidad y convivencia con las personas sencillas y humildes de estos pueblos, sigue siendo una de cosas más enriquecedoras de la Pascua Rural.

Participamos en las procesiones sencillas, pero llenas de emotividad y fe. Donde la edad no tiene límite, así, personas que teniendo ciento cuatro años se agarraban de alguien cercano y asistían a todas las celebraciones y procesiones, como si tuviesen 30 años menos.

El Sábado Santo, tiempo de oración y reflexión, por la mañana lo dedicamos a vivir una convivencia con cincuenta jóvenes en la ermita Ntra. Sra. Del Pinar, patrona de Cantalejo. Tuvimos un tiempo de oración, luego a través de una dinámica, nos fuimos presentando cada uno. Más tarde, tuvimos un momento para la conversación y las bromas, compartimos comida y nos hicimos unas fotos para el recuerdo.

En la noche más importante para los cristianos, donde celebramos la Vigilia Pascual, vimos pasar de la oscuridad a la luz, de la muerte a la resurrección a Jesús, que ya resucitado, se hizo presente en todos nosotros, y lo celebramos con un buen chocolate y unas bonitas jotas segovianas, amenizadas por  Miguel Ángel y Javi, que animaron al  pueblo que bailó y lo festejó a lo grande.

Ya en Fuentepiñel, donde estaba nuestro cuartel general, los jóvenes de la convivencia de por la mañana nos invitaron a celebrar la Resurrección de Jesús con ellos y con el pueblo. Estaban haciendo juegos, dinámicas y nosotros nos unimos a ellos. Miguel Ángel y Javi Chales, de nuevo, entonaron las jotas segovianas, mezcladas, con algún juego y canciones, todo en un ambiente de alegría y felicidad por la resurrección de Jesús.

Quien diga que los cristianos no estamos de moda, que se pase a vivir la Pascua  en los sencillos y humildes pueblos segovianos, donde la fe, el amor y el darse a los demás está por encima de todo.