Los jóvenes Saiano de Cáceres, también llevaron la Cruz de los Jóvenes

            Los tiempos cambian, pero lo que verdaderamente importa permanece. Gratamente sorprendido he quedado al ver a los jóvenes portar “su” cruz sin complejos ni vergüenza. Y es que los jóvenes se unen así, en la fe, sin prejuicios ni cortapisas, cuando los adultos les dejan. Los jóvenes hablan, protestan y critican la Iglesia…, pero también necesitan, aman, avanzan y cambian. Ellos son la iglesia del futuro que ya está aquí.

            Con motivo de la llegada de la cruz, nuestros jóvenes Saiano estuvieron presentes en algunos momentos de un intenso fin de semana: el acto de recibimiento en el parque de Cánovas, el paseo central de la ciudad; la Vigilia de los Jóvenes el sábado noche y  el encuentro de jóvenes cristianos, el domingo, estos dos últimos actos en el colegio de las Hermanas Josefinas, donde Laura fue alumna y Lola trabaja. Así, y con las catequesis que estamos ya trabajando desde octubre, vamos preparando nuestra participación en la JMJ donde estamos deseando reunirnos con los jóvenes pavonianos italianos y con miles de jóvenes de todo el mundo

             También los chicos Saiano se han acercado a esa cruz, la cruz de los jóvenes, los jóvenes a los que bien supo escoger nuestro querido Beato Ludovico Pavoni. Una cruz que invita desde su desnudez a transformar el mundo con la sonrisa sincera y el abrazo profundo. Cristo llama a los jóvenes a través de ella a transformar el mundo por amor.