Crónica de esta hermosa Asamblea-Convivencia en Pasquilla

El pasado 15 de Noviembre, Lunes Festivo, tuvo lugar, en la Vereda de Pasquilla, la Décimo Segunda Convivencia General de la Familia Pavoniana Colombiana.

Participaron 11 integrantes de Villavicencio y unos 30 de Bogotá.

La vereda estaba de fiesta y el clima amenazaba lluvia, pero eso no impidió llevar a cabo las actividades que estaban previstas.

Los laicos de Villavicencio, que meses atrás habían vendido empanadas, barrido salones, etc. para conseguir los pasajes para este encuentro, llegaron los primeros y, como ellos son de tierra caliente, comenzaron a sentir el frío de esta vereda que está a más de 3000 metros de altura; pero con la llegada de los niños, jóvenes y adultos de la familia Pavoniana de Bogotá, llegó el calor humano, expresado con el abrazo entrañable de todos los hermanos pavonianos.

Después de desayunar juntos un rico chocolate con pan, tuvimos una breve oración inicial y nos dividimos en tres grupos de trabajo (niños, jóvenes y adultos) para evaluar la marcha anual de nuestros grupos y lanzar propuestas de cara al próximo año. Las exposiciones de los distintos grupos fueron muy dinámicas y creativas.

Terminada la puesta en común, almorzamos todos juntos el arroz, las papitas, la yuca y la carne. Después de almorzar tuvimos un tiempo libre para charlar o pasear juntos y a las 3,30 p.m. los jóvenes nos animaron con unos simpáticos juegos de integración. Para terminar estaba prevista la realización de la eucaristía pero en la vereda había bastante bulla por la fiesta y por eso decidimos más bien terminar con una breve oración, comprometiéndonos a asistir a la eucaristía en nuestras parroquias.

Como siempre, estos momentos de integración nos llenan de alegría y nos animan para reanudar con esperanza el camino de la familia pavoniana. Somos conscientes que el sendero no es fácil, pero también que teniendo a Cristo y a nuestro padre fundador a nuestro lado, todos los problemas pueden ser superados.

La convivencia estuvo muy bien, pero lo aprendido y vivido en ese día debe ahora ser expresado en el cotidiano vivir. Por eso, tanto a la Familia Pavoniana de Colombia como a la de toda la Congregación les exhortamos para que no echen en saco roto todos esos bienes que el Señor nos regala cada día. Junto con las fotografías les enviamos un saludo a todos desde la página web.