Una hermosa actividad realizada durante este curso que nos invita a la integración

El pasado 6 de junio acabaron las actividades del Coro de Inmigrantes o Misa Itinerante, una actividad musical y de animación litúrgica organizada por el grupo de Pastoral con Inmigrantes del Arciprestazgo 1 de Albacete. Este Arciprestazgo, al que pertenece la parroquia Espíritu Santo, ha organizado a lo largo del curso una serie de eucaristías en las que este grupo de la Misa Itinerante ha aportado la animación y la canción. El domingo 6, con la misa del Corpus Christi en el día de Caridad, concluyeron las eucaristías de este curso en las que hemos recordado a Ntra. Sra. del Pilar patrona de Hispanoamérica, Ntra. Sra. de Aparecida de Brasil, el Señor de los Milagros de Perú, Ntra. Sra. de la Presentación de Quinché de Ecuador, las bolivianas Virgenes de Cotoca, Urkupiña, Socavón y Copacabana, Ntra. Sra. de Caacupé de Paraguay, Ntra. Sra. de Luján, del Rosario de Chiquinquirá de Colombia, del Carmen de Maipú de Chile, Ntra. Sra. de Guadalupe y el indio Juan Diego, los tres Reyes Magos, San Martín de Porres y Sta. Rosa de Lima de Perú, San Andrés de Rumanía, los cinco Jesuitas de El Salvador, Monseñor Romero... y cómo no a la Virgen de los Llanos patrona de Albacete. Algunas celebraciones propias, como la bendición de los niños en la Nochebuena, o la celebración de las Posadas (novena de Navidad), o el V Festival Intercultural del Día de Caridad... incluso una actuación y animación para Televisión Española (la misa de la 2), han destacado como celebraciones entrañables, que quieren ser en Albacete una tradición, como lo son en los lugares de origen de los inmigrantes católicos de Albacete. En torno a esta Misa Itinerante, surgió un coro que no está nada mal, y es querido y aplaudido por las parroquias del Arciprestazgo y de la ciudad. También el coro está incorporando algunas danzas “litúrgicas”, que son del agrado de todos los asistentes. Uno de los inmigrantes del coro, decía en la última actuación: “tenemos que hacerlo bien, porque cantamos para el Señor. No buscamos el aplauso de la gente, sino gustar a Dios”.

El grupo ensaya los sábados a las 20 h. en la Iglesia de los Franciscanos y a veces en nuestra casa, y ha actuado en todas las parroquias del Arciprestazgo así como en la Catedral y en la parroquia de San José.

Un testimonio muy hermoso, que nos invita a pensar en el fin último de la acción pastoral de la Iglesia, y a poner más ilusión en estos pequeños proyectos que acercan, a través de la integración y de la pastoral, un poco más el Reino.  También nos recuerdan que es necesario cantar  a la vida y a Dios en medio de las dificultades, y sonreír cuando cantamos, como una forma de poner "al mal tiempo, buena cara".