Los jóvenes de Confirmación de la parroquia Cristo de la Paz empezaron el mes de Mayo con una marcha

CAMINANDO DE LA MANO DEL SEÑOR

El Sábado 1 de Mayo, tuvimos la posibilidad de realizar una salida de integración con los muchachos que se preparan para la confirmación, desde mucho antes iniciamos los preparativos con el Padre Daniel a la cabeza, la preparación fue un trabajo extenso, pero valioso, el destino, Marilandia, un Santuario a cuatro horas de camino desde nuestra parroquia, queda cerca del Páramo mas grande del mundo, pero para una mejor explicación del lugar, utilizo las palabras de los organizadores En Marilandia no suceden cosas extrañas, es un sitio destinado a la adoración a Dios, a la sombra de Nuestra Señora, la Santísima Virgen María y de la Iglesia Católica. Es la fe la que mueve montañas; crea y confíe en el Señor, El, es quien actúa en nuestras vidas; si le damos espacio y lo invitamos a participar de nuestra cotidianidad”, el camino fue un poco pesado, porque por estos días Bogotá esta volviendo a sus tiempos antiguos, donde el frío y la neblina acompañan el día.

Mientras caminamos aprovechamos todos los espacios que habían para generar un espacio más fraternal y amigable con los jóvenes y entre los jóvenes, contábamos con un buen equipo de catequistas, Doña Gloria, Alex, Yesenia, Omar, Mauricio, Padre Daniel y quien les escribe, todos contamos con un gran amor por los jóvenes, siendo nuestro principal anhelo trabajar con ellos para la construcción del Reino, ese Reino que por estos días en todos los lugares del mundo necesitamos tanto, también reflexionamos sobre el Evangelio de Los Discípulos de Emaus, recordando de cómo al inicio del caminar, estaban tristes, pero al final se comprometen totalmente con el Proyecto de Jesús, para ello aprovechando la compañía del Padre Daniel, celebramos la Eucaristía en una humilde capillita del lugar, a algunos nos impacto una imagen en madera del Niño Dios, por que le faltaba un brazo, pero detrás tenia un mensaje muy especial “Eres el brazo que me falta”, tuvimos dentro de la Eucaristía un espacio individual de reflexión, aprovechamos para escribir peticiones y luego dejarlas en unas vasijas de barro que estaban a los pies de una imagen Nuestra Querida Madre María.

Esperamos que todas estas experiencias hallan servido a los muchachos, para fortalecer ese ser sensible y humilde que habita en el interior de nosotros, pedimos a Dios que nos fortalezca día a día para seguir en la labor de catequistas, formado los jóvenes bajo el modelo de nuestro Padre Fundador, Ludovico Pavoni.

Camilo Buitrago