Una breve crónica de como ha empezado el curso en el grupo Alborada de Cáceres

En estos primeros días de curso, con el recuerdo aún fresco de las vacaciones y las pilas bien cargadas, el grupo Alborada de Cáceres ha arrancado este año con ilusión su andadura, con una propuesta de proyectos y actividades muy interesantes.

Entre ellas, la actuación que hizo nuestro coro el pasado jueves 22 de Octubre en el Centro de discapacitados “COCEMFE”.

A través de unas hermosas e impactantes fotografías y unas cuantas canciones bien escogidas, precedidas cada una de un texto que nos ayudaban a reflexionar, nos acercamos un poco al sufrimiento de tantas personas que viven a diario bajo el umbral de la pobreza y la desesperanza.

Fuimos un poco más conscientes de las enormes diferencias existentes entre el Norte y el Sur y nos sentimos afortunados por el enorme privilegio que tenemos de vivir en una parte del mundo en el que, no sólo tenemos nuestras necesidades básicas cubiertas, sino que también podemos disfrutar de muchas comodidades que no conocerán jamás miles de personas más desprotegidas.

No podemos mostrar indiferencia ante el drama del hambre, que marca la vida de miles de personas. No podemos tampoco limitarnos a desviar la mirada o apagar el televisor ante imágenes que nos sacuden y nos golpean la conciencia y, quizás, no nos dejan demasiado tranquilos.

Nosotros solos no podemos dar solución a todos los problemas y dramas que existen en el mundo, pero, al menos, esos minutos de reflexión nos ayudaron a todos a abrir los ojos a una realidad dura y cercana y a sentirnos responsables de aquellas personas que, a nuestro lado, pueden pasar necesidad.

 

Unos días más tarde, el P. Gianni nos contó la experiencia que vivió en un Monasterio cercano a Burgos, acompañado del P. Miguel Ángel Cuadrillero. Las fotos que nos enseñó fueron testigo fiel de la belleza y la grandeza de aquel lugar.

Animados por su testimonio, Gianni nos animó a alejarnos un día de la ciudad para vivir una jornada de silencio y reflexión, que nos ayude a pararnos, no sólo para frenar un poco el rápido ritmo que nos impone cada día la vida, sino también para volver a recordar cuáles son nuestras “piedras grandes”, aquéllas que dan sentido a nuestra vida y nos impulsan a seguir luchando por cada sueño.

Será un día donde la oración también ocupe un lugar importante, para que no olvidemos que nunca estamos solos en nuestro camino.

Éstas son algunas pinceladas dentro de las muchas actividades que el grupo Alborada irá realizando a lo largo del presente curso y que, poco a poco, os iremos contando, intentando siempre llevar a la práctica nuestro lema: “Pasar por la vida sembrando ilusión”.


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