Como pioneros nos adentramos en una experiencia sin igual en la PJ

Aprovechando la tregua que dio a la Comisión la suspensión del Maitía Pavoni, decidimos acercarnos y conocer dos experiencias clave en la PJV como son el voluntariado en Lourdes y la Comunidad ecuménica de Taizé. En estos dos lugares emblemáticos estuvimos viendo y descubriendo las posibilidades que ofrecen para los Grupos Saiano, por lo tanto, aunque de otra manera, estuvisteis todos presentes.

Lourdes es un lugar precioso cercano a los Pirineos franceses, donde Bernardette Soubirous vivió 18 apariciones de la Virgen María en 1858, revelada como la Inmaculada Concepción. En torno a la Gruta de las Apariciones ha ido surgiendo un complejo de templos e instalaciones para acoger a los peregrinos que llegan, especialmente enfermos y minusválidos. Cuenta con un servicio médico importante y con un gran servicio de voluntarios que se encargan de llevar y traer ancianos y enfermos, de introducirlos en las piscinas del agua de la Gruta, de organizar procesiones y actos... Impresionante el rosario y la procesión de los enfermos o de las antorchas que se organiza todos los días por la tarde. Estuvimos alojados en el Village des Jeunes, donde disfrutamos de una exquisita hospitalidad y del ambiente joven de este lugar.

La Comunidad Ecuménica de Taizé surge en los años 40, fundada por el suizo Roger Schutz como lugar de reconciliación y de encuentro. Está situada en la Borgoña Francesa, a unas tres horas de París, muy cercana a Cluny, lugar también destacado en a fundación y consolidación del monacato de occidente. La Comunidad de monjes vive de su trabajo en la alfarería, la imprenta, los iconos... y acoge grupos semanalmente. El tiempo que estuvimos en Taizé coincidimos con unos 5000 jóvenes venidos de todo el mundo, especialmente de Europa del este y de Italia, Francia, España... Nos llamó la atención la profundidad de la oración, los cantos, el ambiente de paz y de diálogo, la forma tan práctica y sencilla de dar de comer y dormir a 5000 personas... el ministerio de la escucha, el pan bendito, los niños al lado del hno. Alois, la acogida, y la sencillez de la tumba del hno. Roger, fallecido en el 2005. Sin duda un lugar emblemático y significativo en la reconstrucción de Europa desde sus raíces cristianas. Resulta imprescindible en este lugar hablar un poco de inglés, por lo menos para las cosas elementales, y sobre todo estar abierto a otra gente. Nos pareció interesante y lo estamos madurando, participar en Nochevieja en el Encuentro Europeo en Poznan (Polonia), así como volver una semana en verano con un grupo de jóvenes. Os vamos animando porque la experiencia es realmente enriquecedora. Buscaríamos la forma de financiarla y de participar el mayor número posible.

En fin, una experiencia única, siempre al hilo de la PJV, que queda en nuestro recuerdo como una experiencia de diálogo, de apertura a nuevas experiencias y de confianza en que Dios es el dueño de nuestra “empresa” y nosotros sólo instrumentos. Trabajamos y plantamos semillas, conscientes de las potencialidades que éstas tienen, aunque a veces no las veamos.