Ni Cristiano Ronaldo ni Kaká ni Ibrahimovic ni Ribéry... ¡Sigue leyendo!

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A ti amigo/a, que sabes de la dificultad que entraña fichar a un jugador que marque las diferencias y que, además, su contratación no suponga un agujero económico en tu ya ajustado presupuesto... te informo que:

-Se trata de un jugador que ha finalizado contrato con su antiguo club, por lo que ha quedado libre, de hecho el transfer está ya en camino. No tendrás que hacerte cargo de ninguna cláusula ni de ningún gasto adicional. Para que me entiendas, económicamente es un chollo.

-Viene con muchas ganas de triunfar. En declaraciones a diversos medios de comunicación, ha expresado su deseo de ingresar en uno de los grandes, y entre las opciones que baraja, la tuya es la que más le interesa. Tanta confianza tiene en ti, que le puedes poner la cláusula de rescisión que estimes oportuna, para que no te le arrebate ningún otro equipo.

-No ocupa plaza de extranjero. A pesar de que viene de tierras lejanas, ya hace mucho tiempo que te conoce y te sigue de cerca. Sabe de tus proyectos, de tus dificultades. Vamos, que es como un canterano, ¡uno más de la casa!

-No tienes porqué esperar un tiempo a que se adapte y se aclimate a su nuevo equipo y a su nueva patria. Incluso ni le tienes que poner un intérprete para hacerse entender. Él habla un lenguaje universal que todos comprendemos sin necesidad de pasar por una academia.

-Es un jugador de esos que crean buen ambiente en el vestuario. Se interesa rápidamente por los problemas de sus compañeros y es capaz de privarse de su comodidad, de su familia, de su fama desorbitada e incluso de su elevada nómina a fin de mes, por sus compañeros y por su club.

-Siente los colores como el que más y transmite perfectamente ese sentimiento a la afición. Con esto quiero decirte que no le tienes que poner prima alguna para motivarle. Todo en él es pasión, espíritu de sacrificio, amor incondicional a su equipo... se gastará día a día, de esto no te quepa duda, por y para ti.

-Le puedes renovar cuando lo desees. No es de los que se sientan horas y horas (no tiene representante) a negociar el contrato. Es fiel a sus palabras, y no le gusta estampar con una firma la gran amistad que siente por ti.

-No se deja llevar por ofertas multimillonarias. En este sentido no se le suben con facilidad los galones a la solapa. Gozar de tu compañía es el trofeo más preciado que le queda por depositar en sus vitrinas.

-En cuanto a su juego no es un pichichi consumado, a pesar de que marque goles de hermosísima factura; tampoco es un central aguerrido, a pesar de que defiende muy bien su parcela. Su mayor calidad reside en la capacidad que tiene de repartir juego. Se adelanta a las necesidades de sus compañeros y sabe en cada momento qué necesita cada uno de ellos.

-Trabajará a destajo, lo que le convertirá muy pronto, a tu lado, en una gran estrella. Sin embargo en lugar de brillar él, hará que brilles tú, tu equipo. Eso sí, no se te ocurra proponerle contratos publicitarios. La publicidad se la tienes que hacer tú...

Bueno amigo/a, ¿sabes ya de quién te estoy hablando?.... pues del mismísimo Jesús de Nazaret... ¿no me digas que no vas a tener un hueco para incorporarle inmediatamente a tu equipo, a tu vida?.... ¡Venga, no te lo pienses demasiado! Vete preparando el dorsal