Desde Bogotá nos cuentan cómo fue el triduo a Pavoni y su fiesta

Después de tanto tiempo, me he dignado escribir porque lo vivido estos meses como Hermano Sacerdote  Pavoniano ha sido de mucho compromiso, pero a la vez de gran alegría, compartida con los muchachos y sus familias.

Este acontecimiento del triduo a Pavoni nos funde en un ideal y nos ha dado impulso para ir creciendo como personas y como familia que se consolida con los lazos del amor. Los tres días tuvieron sabor pavoniano, desde las 18,30 h. hasta las 20 h., en nuestra Parroquia Cristo de la Paz, donde pusimos lo mejor de nosotros mismos, para dar testimonio y presentar ese don tan grande dado a la Iglesia para su edificación: Ludovico Pavoni y su obra.

El triduo fue vivido así: el primer día correspondió a los niños, animado por parte de Rosalba Gavilán, Blanquita y Glorita Martínez, junto con sus niños. Fue muy bonito y lleno de colorido infantil, con reflexiones sobre la niñez de Ludovico, con el lema “Inflamados de amor de Dios, bajo los vínculos de estrecha caridad”. El segundo encuentro fue animado por los jóvenes del grupo Minga (que significa: “trabajo en equipo”) Pavonis, encabezado por Andrea, Camilo y Jeisson, fue un momento impactante de encuentro juvenil muy vivenciado reflexionando sobre la juventud de Pavoni, bajo el lema del vino nuevo de los jóvenes. El tercer encuentro fue animado por los adultos guiados por Glorita Martinez y don José Arjona, los recién estrenados animadores de la Familia Pavoniana,  junto todo su equipo, presentando la  vida y obra de la congregación, bajo el lema “Todos Somos Pavonianos”.

             La fiesta grande fue el jueves, la parroquia se vistió de gala, para celebrar, por lo alto este acontecimiento (religiosos y laicos) unidos por esos estrechos vínculos del amor. Comenzamos con la oración de las vísperas, luego la Eucaristía y para cerrar una sencilla y espontánea  lunada juvenil donde se tuvo la oportunidad e mostrar la vida y obra de Ludovico Pavoni  y la Congregación hoy.

Fue realmente una ocasión para celebrar y crecer juntos en este seguimiento a Cristo desde la vida y obra del Beato Ludovico Pavoni, no solamente contentos porque celebramos este día, sino porque nos ofreció la oportunidad de seguir siendo signo vivo entre los jóvenes y los pobres.