EL PASEO FAMILIAR DE LOS RELIGIOSOS Y LAICOS PAVONIANOS DE BOGOTÁ

Aprovechando las ventajas que nos ofrecen las leyes colombianas, al pasar las fiestas religiosas ( en este caso la Asunción de Nuestra Señora) que caen entre semana a los lunes siguientes, la familia pavoniana de Bogotá programó su paseo familiar anual para este 18 de Agosto a la Villa San Francisco en San Antonio del Tequendama. El bus quedó completo: 40 adultos, jóvenes y niños sin contar los bebés. La primera parada fue en el Mirador del Salto del Tequendama y después una finca paradisíaca con tres piscinas, sauna, senderos ecológicos, lago, y variedad de animales domésticos y exóticos… con buen clima por la mañana y una parrillada de carnes variadas al medio día seguido de un sabroso musical salsero y baile discotequero, lograron una estupenda integración de todos los participantes y así, ni el “trancón” que soportamos de regreso ni la lluvia que nos cayó por la tarde pudieron apagar la alegría que llevábamos todos en el corazón. El Salto del Tequendama es una cascada natural de Colombia, ubicada en la provincia homónima del Departamento de Cundinamarca. Está ubicada a aproximadamente 30 km al suroeste de Bogotá. Después de hacer un apacible recorrido de más de 100 km por los verdes campos del altiplano cundinamarqués y de la Sabana de Bogotá, el Río Funza o Bogotá cae desde una altura sobre el nivel del mar de 2.467 m aproximadamente 157 m sobre un abismo rocoso de forma circular formando la cascada. Se halla en una región boscosa de neblina permanente. Administrativamente pertenece al municipio San Antonio del Tequendama. El más famoso héroe de los Chibchas fue el sabio Bochica. Un día desapareció por donde sale el sol, dejando la huella de su pie marcada en una inmensa roca. Años después, hubo una terrible inundación que destruyó pueblos y mató mucha gente. Los Muiscas imploraron a Bochica y éste apareció sobre el arco iris. Con su cetro de oro, golpeó las rocas partiéndolas en medio de un gran estruendo. El agua, que formaba ya un lago en la sabana, salió violentamente formando una gigantesca cascada de espuma blanca. Así Bochica creó el salto de Tequendama. ¿Quién fue el culpable de la destructora inundación? Huitaca, la hermosa y malvada mujer, o el Dios Chibchacum, protector de los agricultores. Bochica los castigó a ambos. A ella, la convirtió en lechuza y a él lo obligó a cargar la tierra sobre sus hombros. Por eso, cada vez que se cansa y la cambia de hombro hay temblores. Este relato refleja que los Muiscas poseían memoria o conocimiento de un hecho histórico como es que el valle alto que hoy se conoce como Sabana de Bogotá fue el lecho de un lago, hace aproximadamente 50.000 años. En los tiempos de la Colonia española el área constituyó un sitio turístico que era frecuentado por los virreyes de la Nueva Granada. Os esperamos por estas tierras maravillosas con más fabulosas leyendas colombianas.

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