Ya se le ha pasado a Ricardo el 'susto' del viaje de vuelta de Filipinas. Nos cuenta ahora algo más

El día 14 de febrero a las 6,20 h. de la mañana y acompañado por el p. Bautista Magoni salimos de Milán con destino Manila, nos esperaban unas cuantas horas en el aeropuerto de Amsterdan, y después unas 13 horas y media hasta llegar a nuestro destino. Llegamos a Manila a la mañana del día 15, después de pasar los controles pertinentes, salimos y vimos a nuestros tres hermanos, los pp. Antonio, Javier y Odair, que nos estaban esperando. La primera impresión fue de mucha gente y mucho calor. La sensación fue de mucha alegría al ver a los tres pavonianos en aquellas tierras. Con una furgoneta nos llevaron a la casa donde ellos viven y que nos iba a acoger también a nosotros. Es una casa (Teologado) de los religiosos Rogacionistas fundados por S. Anibal de Francia. Una buena ducha, un poco de descanso y a comer. Nos presentaron a la comunidad Rogacionista, la cual nos ha brindado una hospitalidad y acogida estupendas. El sentimiento es de acción de gracias por lo que han apoyado y apoyan a nuestros hermanos en todos los sentidos.

En estos días visitamos un poco la ciudad, y varias congregaciones y parroquias y también al Obispo de Parañaque. Con lo que nos explicaron los tres hermanos de su experiencia vivida en estos cinco meses y lo que vimos nosotros, nos pudimos hacer una idea de la realidad de Filipinas o al menos de Manila.

Los hermanos ya habían individualizado qué querían hacer en un principio: pastoral vocacional y formación, es decir trabajar por las vocaciones pavonianas de Filipinas. Se trataba de buscar el lugar más idóneo para llevar a cabo esta tarea. Creo que en estos días han alquilado una casa donde vivir y formar comunidad.

Doy gracias a Dios y a los hermanos por esta experiencia y en ulteriores artículos os contaré más cosas.