Sobre la visita a Burkina Fasso, la Exhortación "Querida amazonía" y la cuaresma

Queridos hermanos, religiosos y laicos de la Familia pavoniana:

 

Escribo esta carta después de haber participado a la ordenación sacerdotal y a la primera misa del primer sacerdote pavoniano de Burkina Faso: el P. Jean Pierre Lompo. Las celebraciones han sido largas, pero muy bonitas e intensas. El P. Jean Pierre ha estado acompañado de sus familiares, de una representación de su lugar de origen, de muchos sacerdotes diocesanos, de muchos religiosos y religiosas y de feligreses de la parroquia de San Andrés de Saaba. Entre tanta gente, resaltaban los niños y niñas sordos del centro “Effata Ludovico Pavoni”, acompañados de sus educadores, profesores, seminaristas pavonianos y de la comunidad pavoniana de Saaba. Pienso que tenemos que dar gracias a Dios por el don que ha concedido a la Iglesia, y a la Familia pavoniana, en la persona de Jean Pierre. Es motivo de alegría y de esperanza para la expansión del carisma pavoniano en el África francófona. A través de su servicio como sacerdote pavoniano, Jean Pierre está llamado a extender el carisma y la Familia pavoniana desde una pastoral vocacional y una formación de los jóvenes en clave pavoniana. Necesita nuestro apoyo a través de la oración, cercanía, recursos económicos, y también necesita de la disponibilidad de aquellos que se sientan llamados a trabajar como pavonianos en aquellas benditas tierras.

 

El Papa Francisco ha publicado la exhortación apostólica postsinodal: “Querida Amazonia”. Recomienda leer este texto junto al documento conclusivo del Sínodo. El título nos indica el gran amor que el Papa siente por las tierras amazónicas y sus habitantes, a los  que considera periferia del mundo, y nos estimula a mirar la realidad desde la periferia y no desde lo que nosotros consideramos el centro. Pienso que su mensaje es válido para todas las partes del planeta. Los comentarios que he leído sobre esta exhortación van del elogio a la crítica de aquellos que esperaban más audacia y profetismo en algunos temas: ordenación de sacerdotes casados, papel  más relevante de la mujer en la toma de decisiones y en la pastoral (ordenación de diaconisas). Creo, con algunos teólogos, que lo que necesita la Iglesia es hacer una revisión profunda del ejercicio del ministerio sacerdotal. El papa en la exhortación se refiere al ejercicio del ministerio sacerdotal en aquellas tierras en los números 85-90, con el título “La inculturación de la ministerialidad”; y sobre el papel de la mujer, en los números 99-103, con el título: “La fuerza y el don de las mujeres”.

El Papa nos invita a soñar en cuatro aspectos fundamentales:

a)      Sueño social. Es urgente escuchar  el clamor de la tierra y el clamor de los pobres. Lo que padecen estos pueblos tiene un nombre: “injusticia y crimen” (14). Ante tanto dolor es necesario “indignarse”, como Dios mismo se indigna ante la injusticia (n.15). Ante tanto dolor, la “Iglesia no puede estar menos comprometida y está llamada a escuchar los clamores de los pueblos amazónicos para poder ejercer con transparencia su rol profético”, reconociendo, avergonzándose y pidiendo perdón porque no siempre supo ponerse del lado de los oprimidos en la conquista de América (n.19).

b)      Sueño cultural. El Papa  Francisco insiste en evitar toda colonización de la Amazonia. Hay que ayudarle a sacar lo mejor de sí: “cultivar sin desarraigar, hacer crecer sin debilitar la identidad, promover sin invadir” (n. 28). Todo ello confluye en la necesidad del encuentro intercultural, en el que la identidad y el diálogo no son enemigos, sino que pueden fecundarse para crecer mutuamente, ya que toda cultura puede volverse estéril si se encierra en ella misma (n.37). La diversidad no debe significar amenazas, ni justificar jerarquías de poder, sino diálogo desde visiones culturales diferentes, reavivando la esperanza (n. 38).

c)      Sueño ecológico. Hay que recuperar esa relación estrecha del ser humano con la naturaleza, donde la existencia cotidiana es siempre cósmica (n.41). Por eso, el grito de la Amazonia alcanza a todos, porque la conquista y explotación de los recursos amenaza hoy la misma capacidad de acogida del medioambiente: el ambiente como “recurso” pone en peligro el ambiente como “casa”. Aquí el Papa denuncia “el interés de unas pocas empresas poderosas”, que se pone por encima del bien de la Amazonia y de la humanidad entera (n. 48). Es importante tener también una mirada contemplativa, para hacer de la Amazonia un lugar  teológico, un espacio donde Dios mismo se muestra y convoca a sus hijos (n.57).

d)      Sueño eclesial. El Papa se dirige concretamente a los pastores y fieles católicos (n. 60). Comienza recordando la necesidad del anuncio del kerygma (n. 65), y continúa insistiendo en la inculturación de la fe, para no avasallar a los pueblos nativos, para valorar su cultura, su sabiduría, su religiosidad popular (n.70). En el ámbito intraeclesial, insiste en la liturgia inculturada (n.82) y en la opción por la “misericordia” antes que por las “normas” (n.84)

 

Estamos viviendo a nivel mundial la realidad del “Corona virus”. Creo que es una situación que nos debe hacer pensar. Siendo una situación real y muy delicada, creo que a través de los medios de comunicación se está creando alarmismo y pánico entre la población que, a veces, desemboca en actitudes de intolerancia, desconfianza y rechazo de algunos colectivos. Si el virus, como dicen algunos, se ha creado en el laboratorio, me pregunto por qué y para qué. Esto me lleva a pensar que vivimos en una sociedad sin escrúpulos, donde el bien estar y la salud de las personas importa poco frente a otros intereses. Esta situación, por otra parte, nos tiene que hacer pensar lo presuntuosos que somos. Creemos ser poderosos y controlar todo a través de la ciencia y la tecnología, pero no nos damos cuenta de que no somos nada y que un virus nos puede complicar la existencia a todos los niveles. No nos vendría mal una cura de humildad. Pidamos que este virus no afecte, como siempre y sobre todo, a los más pobres y carentes de recursos para defenderse. Esperemos que no llegue a las zonas donde otras enfermedades están haciendo estragos por falta de medios, donde la higiene es escasa por falta de agua, y las medicinas y las ayudas no llegan. Esperemos que esta situación haga entrar en razón a los poderosos de la tierra para que miren más por el bien común y por el bienestar de los más pobres. Que esto sacuda también nuestras conciencias para que crezcamos en solidaridad.

 

Hemos comenzado el tiempo de Cuaresma. Es una oportunidad que la Iglesia nos brinda para convertirnos al Dios de Jesucristo, Dios de perdón y misericordia, de amor, de justicia y de paz, de concordia y fraternidad, un Dios que sigue apostando por los pobres, los pequeños, los humildes y sencillos de esta tierra. Tiempo que nos ayuda a caer en la cuenta de que somos peregrinos en esta tierra. El peregrino no puede pararse, dejar de caminar hacia la meta. Para el cristiano la meta es vivir como vivió Jesús, hasta dar la vida por los hermanos: ser otros Cristos. Esto dura toda la vida. “Entonces Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo” (Mt 4,1). Necesitamos dejarnos llevar por el Espíritu al desierto para purificar nuestra fe, nuestras motivaciones, renovar nuestras convicciones, centrar nuestra vida en Dios. Allí debemos vencer las tentaciones que siguen siendo las mismas que venció Jesús. La primera tentación pretende convertir a Jesús en oprimido y le ofrece liberarse a cambio de pan. La segunda le ofrece honor y gloria a cambio de servidumbre. La tercera es una oferta de poder desmedido sobre todo y sobre todos los hombres. La opresión es el único pecado, porque es lo único que nos impide ser humanos. “Siempre que buscamos nuestro propio interés, olvidando el proyecto de Dios, nos alejamos de Jesús. Siempre que anteponemos nuestro propio bienestar a las necesidades de los últimos, nos alejamos de Jesús. Siempre que ponemos a Dios al servicio de nuestra propia gloria y nos mostramos como los más importantes, nos alejamos de Jesús. Cuando buscamos quedar bien más que hacer el bien, nos alejamos de Jesús. El poder mundano es una oferta diabólica. Cuando nosotros lo buscamos, nos alejamos de Jesús”. (José Antonio Pagola)

 

Agenda del mes

-          11-20: Visita a la comunidad de Antipolo (Filipinas);

-          21: Asamblea de la federación de exalumnos de la Provincia Italiana, en Trento;

-          22: Fiesta de los exalumnos de Trento;

-          30 marzo-5 abril: Semana pavoniana en la Provincia Italiana

 

Pongo el camino de nuestra familia bajo la protección de la Virgen Inmaculada, nuestra querida Madre, y de San Ludovico Pavoni, nuestro Santo Fundador. Deseo a todos un provechoso tiempo de Cuaresma.

Un abrazo fraterno y siempre agradecido,

 

 

                                                                                  Ricardo Pinilla Collantes

 

Tradate, 29 de febrero de 2020