Sobre el Encuentro Semestral de la Unión de Superiores Generales

Queridos hermanos, religiosos y laicos de la Familia Pavoniana:

Escribo esta carta cuando está finalizando un año y empezando otro. Damos gracias a Dios por el año que pasó, por todas las personas que se cruzaron en nuestro camino, por todas las situaciones y acontecimientos que vivimos y que nos ayudaron a crecer y sobre todo por el amor que fuimos capaces de sembrar, por la ilusión y la alegría que fuimos capaces de transmitir, por las veces que fuimos presencia y bendición de Dios para los que nos necesitaban. Tenemos por delante un nuevo año, será un año importante para nuestra familia, en él celebraremos nuestro Capítulo general. Abramos nuestro corazón y nuestra mente al soplo del Espíritu, dejémonos inundar por la gracia de Dios para poder responder a las exigencias y desafíos del mundo de hoy, especialmente de los muchachos y jóvenes a los que tenemos “que amar como a las pupilas de los propios ojos”. Es tiempo de reflexionar, de discernir, de dejarnos modelar por Dios, de implicarnos todos. No nos dejemos invadir por el miedo, la inercia, la comodidad, el conformismo y la mediocridad y llenémonos de valor, de fuerza, de entusiasmo y de capacidad de soñar y ver el presente y el futuro con esperanza y confianza. Dios camina con nosotros, la Virgen Inmaculada nos cubre con su manto y San Ludovico Pavoni nos mira con ternura de padre.

En el mes de noviembre he vivido de nuevo la experiencia del encuentro semestral de los superiores generales (USG) en Roma. Las jornadas tuvieron tres partes:

  1. La Vida religiosa del siglo XXI

Guió la reflexión O’Murchu Diarmund, religioso de la Congregación de los  misioneros del Sagrado Corazón. Dijo cosas que ya hemos oído, leído y dicho muchas veces. Me quiero hacer eco de sus reflexiones que nos pueden ayudar en estos momentos.

a)      Diagnóstico

Partiendo de algunos datos estadísticos que reflejan una disminución de religiosos, nos dijo que estamos ante el fin de un ciclo, el final de un paradigma. Papa Francisco lo recordaba así: “No es una época de cambios sino un cambio de época”.  La VR muestra claros síntomas de desintegración. El paradigma actual está caracterizado por un apego al pasado, una obediencia ciega a la jerarquía eclesiástica, una búsqueda de confort, una espiritualidad insulsa y rígida…

b)     Nuevo modelo propuesto

Debe tener como categoría fundamental la profecía. El profeta es descrito como un hombre o una comunidad que va contra el “status quo”, con capacidad de denuncia, que destruye la autocomplacencia, es crítico con la autoridad civil y religiosa, opone los sacrificios en el templo al camino con el pueblo de Dios, va contra la estabilidad típica de un imperio, supera la distinción entre lo sacro y lo profano… La teoría de transformación es descrita con el término refundación. Se habla de promover un nuevo ciclo, que supone una inevitable ruptura con el que nos precede. La profecía requiere valentía, audacia, radicalidad espiritual, no ceder a componendas, capacidad de denuncia… Yo creo que requiere también prudencia, paciencia, dar pequeños pasos, tender hacia el ideal aceptando los ritmos y los tiempos de la historia, magnanimidad ante las fragilidades, saber tener juntos el trigo y la cizaña y pensar que los tiempos son largos.

c)      Actitudes para poner en práctica este nuevo paradigma: disponibilidad a la novedad del Espíritu, abandonar lo que es viejo, reconocer la muerte e integrarla, saber morir dignamente, no sólo reestructurar sino reconstruir, tener fantasía y creatividad, ser proactivos. Estas actitudes son recomendadas desde una perspectiva pascual: sin muerte no se puede producir una vida nueva.

  1. Cómo ven la Vida Religiosa los jóvenes religiosos

La segunda parte ha correspondido al testimonio de cuatro jóvenes religiosos de distintas congregaciones, y nacionalidades, eran dos hombres y dos mujeres. Su testimonio no tiene la pretensión de representar lo que piensan todos los jóvenes religiosos, sino solamente su experiencia. No hicieron muchos diagnósticos, ni tienen datos experienciales para comparar la VR del pasado y la del presente. Tienen expectativas ante el presente y deseos y sueños para el futuro, Pertenecen a una generación intercultural que no procede de nuestros sueños, sino que desea vivir el presente y mejorar el futuro para si misma y para todos partiendo del don del evangelio. Hablan de una VR profética. La profecía no puede ir contra nadie. Para ellos profecía es volver a lo esencial (relación con Cristo y coherencia personal) y el testimonio de una vida caracterizada por: un gran amor a Dios  y una gran empatía con los hombres y mujeres de hoy. Esta doble pasión es la fuente de su profecía que se traduce en presencia (“estar”) y compasión por toda situación de vida deshumanizada. Quieren una VR donde se viva más como familia que como institución. Los aspectos relacionales deben colorear la vida interna y las obras apostólicas. La calidad de las relaciones al centro como exigencia existencial y como mensaje evangélico. No están en contra de las obras, pero desean que éstas sean lugares y expresión de la calidad relacional que el evangelio nos permite vivir. Lo que les mueve no es el deber, ni el empeño en una grande causa, sino la alegría y el deseo de amar. Su nuevo paradigma no es productivo, propio del pasado, es más gratuito, más relacional, más afectivo, más testimonial. Es más en orden a la calidad de las relaciones que a la cantidad de las obras. Aprecian y buscan la interculturalidad, la intereclesialidad, la ntergeneracionalidad, la intercomunitariedad y la intercongregacionalidad. Les gusta estar en red y ven como profecía, proponer redes de relaciones reales y no sólo virtuales. El término “autenticidad” para ellos es ser ellos mismos, presentarse como son, incluso con sus debilidades, pero también coherencia con su opción y con el evangelio.

  1. Encuentro con Papa Francisco

Las jornadas terminaron con un encuentro con Papa Francisco. Ha sido un encuentro sencillo y simpático. A través de preguntas espontáneas el Papa ha ido desgranando algunas reflexiones en sus respuestas también espontáneas. El encuentro comenzó con el saludo del presidente de la USG, el padre Arturo Sosa, prepósito general de los Jesuitas. Recordò los encuentros anteriores (2013 y 2016) que convergieron en el tema de la “profecía” afectiva, llena de corazón y no  “regañona” y repitiò una vez más que los religiosos donde nos encontramos mejor, es en una Iglesia sinodal.

Los temas tratados en el encuentro han sido:

-          La relación con los gobiernos y los poderes del mundo que a veces son hostiles a la Iglesia. El Papa ha respondido diciendo que, cuando un gobierno es legítimo, la relación debe ser educada pero nunca servil para obtener ayudas o privilegios que coartan nuestra libertad para anunciar y denunciar.

-          La profecía nace en nosotros de una doble contemplación: la de Jesús y la del mundo. La profecía es la mezcla de compromiso y oración. Estamos en una época en que es difícil trazar caminos bien definidos, es tiempo de “senderear”, es decir, trazar pequeños senderos.

-          Presencia de los religiosos en medio de los pobres. Los pobres son “el tesoro de la Iglesia”. Ellos nos abren el camino al encuentro con Jesús. Se puede entender a los pobres solamente estando con ellos, no con discursos teóricos y sociológicos. Ha dicho que desearía que todos los eclesiásticos, antes de asumir encargos o responsabilidades y como complemento a su formación, pasasen un tiempo viviendo con los pobres.

-          Sobre el testimonio de pobreza de los religiosos, el Papa ha dicho que la pobreza en la vida comunitaria es un problema aun no resuelto. Nosotros no somos pobres. Tenemos que tener siempre el coraje de cuestionarnos sobre nuestro estilo de pobreza. Cuando no nos falta de nada…entonces nos falta la pobreza. Nuestro empeño personal y comunitario debe ser siempre el de despojarnos, es decir liberarnos de cosas.

-          Sobre el problema de los abusos, el Papa ha dicho que no se pueden esconder. Es una cosa dolorosa que hay que enfrentar con firmeza y claridad.

-          Sobre la revisión del documento “Mutuae Relationes” que debería haber salido ya hace tiempo, el Papa ha dicho que es una deuda pendiente desde el año 1994.

-          Sobre la formación y el discernimiento de las vocaciones, ha repetido que la formación se asienta en cuatro pilares: espiritual, intelectual, comunitario y apostólica. Sobre el discernimiento vocacional ha dicho que es necesaria mucha prudencia espiritual. En tiempo de escasez, no podemos caer en la tentación de acoger a todos sin un verdadero discernimiento que conlleva procesos largos. Tenemos que estar atentos a ciertas formas de rigidez donde la ortodoxia es blandida como estandarte, ésta muchas veces esconde corrupción y otros problemas.

-          Sobre el servicio de autoridad en la VR, el Papa ha recomendado la coherencia como la más importante característica de un superior. Sólo una persona coherente puede ser significativa.

-          La custodia de la casa común es el corazón de la “Laudato si”, es un punto de encuentro de todos los hombres y mujeres de buena voluntad en algo que reconocemos como don para todos y cada uno.

-          Un joven religioso se ha lamentado de un cierto pesimismo que se respira a veces en los religiosos  y que recorta las alas y los sueños de los jóvenes y su deseo de cambio. El Papa ha dicho que el pesimismo es la tentación de los infecundos y de los solterones, de los que no saben generar vida. El pesimismo no es cristiano. Pidamos al Señor no ser pesimistas. Donde hay pesimismo no hay fecundidad.

 

¿Y a nosotros qué?

Nuestra familia camina en este mundo, en esta Iglesia y hace camino con esta VR tan cambiante y siempre en busca de su identidad. Nuestra  familia está llamada a dar respuestas creíbles a los desafíos de la realidad y hacerles suyos. Nosotros también estamos bajando en número, también nosotros tenemos jóvenes en proceso de discernimiento, sean seminaristas o religiosos, también nosotros tenemos religiosos perpetuos jóvenes, también nosotros estamos esparcidos por diversas naciones y tenemos comunidades interculturales, también nosotros hacemos camino con los laicos, también nosotros tenemos los problemas económicos comunes a otros. Tenemos también la grandeza y la belleza de un carisma, tenemos el ejemplo de un fundador declarado Santo y que es modelo para todo el mundo, tenemos el espíritu de familia que nos ayuda a experimentar “la alegría de vivir cada día más como hermanos”, también estamos al servicio de niños, adolescentes y jóvenes necesitados y lo hacemos con empeño y generosidad, también nosotros aportamos nuestro granito de arena a esta Iglesia misionera y en salida que intenta construir el Reino de Dios, también buscamos nuestra identidad y estamos en proceso de reestructuración, de redimensionamiento como nos ha pedido el Capítulo general…

 Debo decir que el análisis hecho por el hermano de los Misioneros del Sagrado corazón, me pareció muy lúcido y realista, pero a veces me resulto angustiante y con un tono de cierto pesimismo, que yo personalmente no vivo. Creo que en estos tiempos que corren, en este cambio de época y de paradigma, debemos insistir en estos puntos:

a)      Centralidad de Cristo y vivencia de la vida fraterna;

b)      Visión global de nuestra realidad. Todo lo que nos cierra y tiene aprisionados en nuestro pequeño mundo nos empobrece y desanima, solo mirar la realidad en su conjunto nos hace entusiasmarnos, cobrar esperanza y aumentar nuestra alegría y disponibilidad;

c)      Integración. Es tiempo de integrar a todos, religiosos y laicos. Nadie es imprescindible pero todos somos necesarios. Son demasiados los que por diversas circunstancias están al borde del camino como espectadores, como consumidores y no como creadores de vida;. Necesitamos aceptar la pluralidad como riqueza. Tenemos pendiente la vivencia de la interculturalidad que, no es concesión que nace de la desesperación, sino signo del Espíritu que da vida. Los jóvenes seminaristas y religiosos son el futuro, son la vida de nuestra familia, debemos acogerlos, ayudarlos, confiar en ellos. Se trata de saber aprender a integrar la sabidurìa y la tradiciòn con sus sueños e ilusiones. No se trata de proyectar la vida fraterna o la misiòn para ellos, sino con ellos. No se trata de crear una nueva VR para los jòvenes, sino màs bien de descubrir con ellos la actualidad y juventud de nuestro carisma, abrièndonos juntos a la gracia de un nuevo Pentecostés.

d)      Apertura. Camino con y como Iglesia. Camino con los hombres y mujeres de nuestro tiempo, compartiendo sus alegrías y sus angustias;

e)      Implicarse. Nuestra misión en la Iglesia es la de estar con los muchachos y jóvenes pobres y necesitados, no podemos hacerlo solamente desde el despacho, debemos estar con ellos, debemos abrir nuestra mente y nuestro corazón a su mundo, sin juicios, sin condenas, sino haciéndonos compañeros de su camino, de sus sueños y esperanzas;

f)       Formación. Tenemos que invertir en formación, en la formación de los formadores, en estructuras adecuadas, en definir procesos claros de las diversas etapas de discernimiento. Debemos invertir donde hay expectativas de vida y esto sucede fuera de Europa (Burkina, Filipinas…). Tenemos que creer en la formación permanente èsta nos puede ayudar a aprender a vivir como religiosos y laicos pavonianos en este mundo, en esta Iglesia, en esta vida religiosa y así ser significativos a través de nuestra espiritualidad y carisma.

g)      Este es nuestro tiempo. No hemos perdido el tren. Puede que no seamos de alta velocidad, puede que tengamos averías de vez en cuando, lo más importante es seguir siendo significativos allá por donde pasamos. La preparación y el desarrollo del próximo Capítulo es una oportunidad para volver a entusiasmarnos. No nos quedemos al margen, participemos con un corazón agradecido al pasado, lleno de pasión en el presente y con esperanza en el futuro. Seamos todos constructores de nuestra historia con la ayuda y bendición de Dios.

Agenda del mes

-          2-4: En la Capuchina de Lonigo, experiencia natalicia;

-          10-12: Convivencia de los grupos Saiano de la Provincia Española;

-          10-12: Consejo general alargado en Tradate;

-          20-26: Formación permanente para los religiosos de votos perpetuos de la Provincia de Brasil;

-          26: Día de la misión pavoniana de la Provincia Italiana

Deseando a todos un feliz y próspero año 2020, pongo el camino de nuestra familia bajo la protección de la Virgen Inmaculada, nuestra querida Madre y de San Ludovico Pavoni.

Un abrazo fraterno y siempre agradecido.

 

Murguía, 31 de diciembre de 2019

 

                                                                 Ricardo Pinilla Collantes