Sobre la canonización de Ludovico Pavoni

Queridos hermanos religiosos y laicos de la familia pavoniana:

Promulgación de Decretos de la Congregación de las Causas de los Santos 

Ayer, 9 de mayo, el Santo Padre Francisco recibió en audiencia privada a Su Eminencia Reverendísima al Señor Cardenal Angel Amata, S.D.B, prefecto de la Congregación de la causa de los Santos. En el transcurso de la audiencia el Sumo Pontífice ha autorizado a la Congregación a promulgar el decreto que se refiere al milagro atribuido a la intercesión del Beato Ludovico Pavoni, Sacerdote, Fundador de la Congregación de los Hijos de María Inmaculada; nacido en Brescia el 11 de septiembre de 1784 y muerto el uno de abril de 1849.

     Esta noticia nos ha llenado de alegría y de entusiasmo a todos. Para cada uno de nosotros Ludovico Pavoni ya era Santo, y así lo sentimos en nuestro interior. En los años que han transcurrido desde la beatificación, le hemos pedido continuamente al Señor que fuera venerado en la Iglesia con el nombre de Santo; nuestras plegarias han sido escuchadas y Dios nos bendice con este don. Este acontecimiento debe provocar en nosotros fe y esperanza y un deseo grande de caminar hacia la santidad.

     Ludovico Pavoni será considerado Santo, porque ha sido capaz de soñar un futuro y un mundo mejor para los niños y jóvenes más necesitados; ha sido un hombre que capaz de hacer soñar a los niños y jóvenes una vida digna insertados en la sociedad como buenos cristianos y buenos ciudadanos. Este sueño tenía su origen en la confianza en Dios que todo lo puede y que no se olvida de los pobres. ¿Nosotros, su familia, somos capaces de soñar y hacer soñar, como nuestro fundador, o hemos perdido parte de la ilusión, del entusiasmo y, lo que es peor, la confianza en Dios que hace nuevas todas las cosas? ¿Nos hemos rendido o creemos aun en un mundo mejor para tanto desheredado?

 

1. Ludovico Pavoni profeta de la misericordia de un Dios amor

     El profeta no se hace a sí mismo, no se considera a sí mismo profeta, tampoco lo hacen los demás. Uno no es profeta por sus cualidades ni por voluntad propia. Normalmente el que dice que es profeta no lo es, como máximo juega a serlo. El profeta es llamado y elegido por Dios a ser profeta. El profeta es el que deja todo para seguir solamente a Dios y ser expresión de su presencia en medio del pueblo, sabiendo que tiene que remar contra corriente y esto le creará problemas. El profeta es el que sabe mirar al cielo y al mismo tiempo a la tierra, y mirando la realidad con los ojos de Dios, la ama y se entrega a la construcción del Rei­no de Dios en ella. El profeta es el que deja seguridades, bienes innecesarios y fiándose de Dios vive de su trabajo.

     Ludovico Pavoni ha sido profeta porque ha vivido toda su vida como vocación, como respuesta a la llamada de Dios. No ha escogido hacer lo que ha hecho para auto-realizarse, para llevar a cabo sus planes o por una simple filantropía, sino que, escuchando la llamada de Dios, ha dejado todo, bienes, casa paterna, comodidades, proyectos personales… para ser presencia amorosa de Dios para los jóvenes más necesitados y lo ha hecho de buena gana o, como diríamos, con mucho gusto. ¿Nosotros vivimos la vida como vocación, es decir como respuesta a la llamada de Dios, o la vivimos para llevar a cabo nuestros planes, nuestra propia realización? Vivir la vida como vocación significa aceptar la cruz y las dificultades de la entrega, significa hacernos cargo (cargar con) de las dificultades, los problemas, las frustraciones de tantos y tantos jóvenes de hoy y hacerlo con constancia y fidelidad a la palabra dada a Dios, significa no tirar la toalla al menor contratiempo, a la menor objeción que interpretamos como hecha contra nosotros. ¿Seguimos entregando la vida para el proyecto de Dios desde nuestro carisma, con generosidad y buena gana, con alegría, o se nos está haciendo una cruz demasiado pesada? ¿Dejamos todo, seguridades, bienes innecesarios para fiarnos sólo de Dios, o seguimos apegados a tantas cosas que no nos dejan vivir en libertad el seguimiento?

     Por estos motivos y por muchos otros, la Iglesia propone a Pavoni como santo, es decir como modelo a seguir. Esto tiene que ser para nosotros un aliciente para entregar la vida desde Dios para los muchachos y jóvenes más necesitados y así llegar a ser santos. Vivir la espiritualidad y el carisma del p. pavoni es el camino concreto que se nos propone para ser santos.

 

 

2. Transmitir con la vida y la palabra la espiritualidad y el carisma pavoniano,  un deber para nosotros.

     En estos días pensaba ¡qué sabio y qué bueno es Dios!, en unos momentos de dificultad para nuestra familia por tantos motivos. En un momento en que hay hermanos y laicos que están sufriendo por sentirse apartados, incomprendidos o tratados injustamente, en un momento donde el pesimismo, el cansancio y el desánimo pueden aparecer como nota dominante, él nos dice “aun sigo queriéndoos y os sigo mirando con predilección”. Pidámosle a Dios verlo y experimentarlo así y ofrezcamos nuestras oscuridades por el bien de nuestra familia por intercesión de Ludovico Pavoni.

     Vemos en nuestra familia religiosos y laicos ancianos y a veces enfermos. ¡Cuánta fidelidad, cuánta santidad, aun no entendiendo! Pido a nuestros hermanos y hermanas ancianos y enfermos que recen, que ofrezcan sus sufrimientos por toda la familia pavoniana. Tienen una misión muy grande, a pesar de no desarrollar una actividad concreta: hablarle a Dios de todos y cada uno de nosotros.

     La canonización de nuestro Fundador debe ser una buena ocasión para darlo a conocer, para darnos a conocer. Invito encarecidamente a todos los religiosos y laicos a llevar a cabo algunas acciones para dar a conocer el Fundador, la Congregación y toda la familia pavoniana a:

-       los niños y jóvenes con los cuales estamos en contacto en nuestras actividades;

-       los profesores y educadores que nos ayudan en nuestra misión;

-       los colaboradores y trabajadores del mundo de Áncora;

-       los que colaboran en tareas de administración, mantenimiento, consultorías, personal de servicio, voluntarios…

-       los Obispos de nuestras diócesis, los párrocos y parroquias de origen, del territorio;

-       comunidades religiosas, sociedades de vida apostólica, movimientos que viven en nuestro territorio;

-       todo el pueblo de Dios al cual será presentado como modelo a imitar.

     Demos gracias a Dios por este regalo que nos hace, dándonos a entender que el mundo y la Iglesia de hoy siguen necesitando del carisma que hemos heredado de este gran hombre, de este gran Santo.

 

 

3. Agenda del mes

-       Del 30 de mayo al 8 de junio, visitaré las comunidades de Colombia;

-       5 de mayo, fiesta de los exalumnos de Brescia;

-       10 y 11 de junio, consejo general extenso en Brescia. Día 12, sigue el Consejo general solo;

-       14-23 de junio, visitaré las comunidades de Méjico;

-       22 de junio reunión de superiores y vicesuperiores de la provincia Española en Madrid;

-       24 de junio, primera profesión de los novicios Hanz y Michael en Filipinas

 

     Pongo el camino de nuestra familia bajo la protección de la Virgen Inmaculada y de nuestro Beato Ludovico Pavoni.

     Un abrazo fraterno y siempre agradecido

 

Ricardo Pinilla Collantes

 

Tradate, 30 de mayo de 2016