Por sentirnos bendecidos... estamos llamados a bendecir

 

Congregación Religiosa Hijos de María Inmaculada - Pavonianos

El Superior general

 

 

Queridos hermanos y laicos de la Familia pavoniana:

      Bendita tú entre las mujeres exclama Isabel al recibir a María que llegaba a visitarla y acompañarla. Es una expresión que repetimos también nosotros cada vez que rezamos el Ave María. Después de habernos referido a las palabras del ángel, completamos la primera parte de esta oración tradicional y universal a María, con el saludo que Isabel le dirigió en aquel momento singular.

 

Bendita tú entre las mujeres (Lc 1, 42)

      ¿Qué puede significar esta expresión? Isabel reconoce que en María se está obrando un especial designio de Dios. En ella Dios ha puesto su complacencia, la ha enviado su bendición. En el proyecto de Dios María ha sido elegida para una tarea única entre todas las mujeres de toda época y de todo pueblo.

      La bendición de Dios sobre María acontece en vista de su vocación y de su misión. Dios la ha elegido precisamente a ella para ser la madre del Señor (cf. Lc 1, 43). En María se está manifestando una singular bendición de Dios: una bendición que, a través de ella y en fuerza del fruto de su vientre, alcanzará a toda la humanidad. Isabel reconoce y proclama esta bendición. Y también nosotros nos unimos continuamente a esta afirmación.

 

Nos ha bendecido en Cristo (Ef 1, 3)

      En la palabra de Dios resuena frecuentemente el término bendición. Estamos invitados a bendecir a Dios, a alabarlo y garle gracias, porque nos ha colmado de su bendición, nos ha mostrado su amor, con acompaña con su gracia. San Pablo, después del  saludo introductorio, inicia así su carta a los cristianos de Éfeso: Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bendiciones espirituales en los celestiales (Ef 1, 3). Dios Padre nos ha bendecido en Cristo. Significa esto que nos ha personado y salvado, nos ha colmado con su gracia, nos ha hecho herederos de su promesa, nos ha llamado a colaborar en su proyecto de amor sobre la humanidad.

      Como María, cada uno de nosotros tiene un lugar en este mundo, tiene un puesto en el plan de Dios. Cada persona es preciosa para él. A cada uno le confía una tarea especial, más o menos importante, pero no hace favoritismos con las personas. Lo reconoce el apóstol Pedro. Ahora comprendo con toda verdad que Dios no hace acepción de personas, sino que acepta al que lo teme y practica la justicia, sea de la nación que sea (Hech 10, 34-35). Lo corrobora el apóstol Pablo: el Señor no es parcial con nadie (Ef 6, 9), recordando textos del antiguo Testamento. Como María, corresponder la proyecto de Dios, a su llamada es la tarea más importante de cada persona.

      Responder a la vocación y vivir coherentemente las exigencias: esto es lo que el Señor espera de cada uno de nosotros. Somos llamados a mantener viva esta conciencia y a transmitirla en nuestro compromiso educativo. Esta perspectiva abre al joven un horizonte que da pleno significado a la vida; sin esta perspectiva la vida del hombre queda privada de una dimensión esencial, con la consecuencia de un empobrecimiento personal y de una insuficiente contribución o, incluso, de un posible daño al bien común.

      Por nuestra parte, el mejor modo de bendecir a Dios, de alabarlo, es el de acoger su llamada y vivirla con amorosa fidelidad, a la luz de su palabra. Como María.

 

Bendeciré al Señor en todo momento (Sal 33, 2)

            Cada vez que repetimos, con innumerables pasajes de los salmos (como el citado) o con invocaciones personales, una expresión de bendición y de alabanza al Señor, nos percatamos de que no es suficiente con hacerlo con los labios, con palabras, o con un vago deseos del corazón. Nos lo recordaba ya san Agustín, que invitaba a convertir toda la vida en una alabanza al Señor: que os esforcéis en alabar con todo vuestro ser: es decir, no sólo vuestra lengua y vuestra voz alaben a Dios, sino también vuestra conciencia, vuestra vida, vuestras acciones … No olvidéis vivir de forma adecuada y alabar siempre a Dios ”  (Comentario al salmo 148). Como hizo María.

      El vivir de forma adecuada, que manifiesta nuestra alabanza a Dios, implica también la capacidad de autocontrol, de control de los propios instintos y de las propias pasiones. Implica las virtudes morales de la paciencia, la sobriedad y la solidaridad, de la castidad y la templanza. Esta última “modera la atracción de los placeres y procura el equilibrio en el uso de los bienes creados. Asegura el dominio de la voluntad sobre los instintos y mantiene los deseos en los límites de la honestidad.” (Catecismo de la Iglesia católica, 1809). Especialmente hoy es necesario que nos demos cuenta de la importancia vital de estas virtudes y es preciso educar a los muchachos y a los jóvenes a su adquisición, comenzando, por nuestra parte, a dar ejemplo coherente de las mismas. Ciertamente se trata de actitudes que se comprenden y aprecian poco, si incluso no son escarnecidas, en la mentalidad actual.

      Los medios de comunicación, a menudo, fomentan la fascinación por actitudes opuestas, que se presentan, a primera vista, más gratificantes y satisfactorias; y contribuyen de muchas maneras a poner de relieve la normalidad, hasta hacer aparecer como aceptable el solapado y engañoso criterio de que cualquier deseo constituye un derecho. Cuando se deja curso libre a los instintos y a las pasiones, el hombre se convierte en prisionero de sí mismo y de su propio egoísmo, no puede conseguir una sólida y equilibrada madurez humana y se descubre incapaz de cultivar relaciones validas con otras personas. Y tampoco está dispuesto a tender a grandes ideales. En esta situación, incluso la dimensión de la fe y de la vocación se halla sobre una base inestable, que puede llevar poco a poco a dar razón a la máxima de que si no vives como piensas, acabarás por pensar como vives. Hoy forma parte de una sana y completa acción formativa educar de modo consciente al autocontrol y a los verdaderos valores de la vida, incluidas las virtudes de la paciencia, la sobriedad y la solidaridad, de la castidad y la templanza. Evocando un texto de nuestro p. Juan Allegranza, que fue famoso, se trata de reclamar el valor de la fuerza de voluntad para formar al hombre de carácter.

      Desde esta óptica, recojo un hermoso testimonio del  exfutbolista y entrenador Juan Trapattoni: Para mí fue fundamental crecer bajo el distintivo de la simbiosis entre educación humana y formación cristiana. Para un joven es fácil sacrificar aspectos esenciales de la vida para lograr solo la fama, que después es efímera. La fe es jerarquía de valores, humildad, equilibrio, capacidad de seguir. El fútbol, el aficionado … no lo son todo en la vida.

      María,  bendita entre las mujeres, nos sostenga a cada uno de nosotros y a cada de nuestros jóvenes para que nos sintamos bendecidos y amados por el Señor al corresponder a su llamada y, a la luz de su palabra, en el vivir con fiel coherencia la persona y cotidiana adhesión a la voluntad de Dios, fuente de gozo verdadero y profundo.

 

Febrero: mes de eventos significativos

      El 11 de febrero de hace 105 años comen aba en Brescia el proceso para la beatificación del Padre Fundador. A partir del día 20 de este mismo mes entrará en Sao Paulo el proceso en vista de la canonización del beato Ludovico Pavoni. Todos nos sentimos unidos en Congregación, con una oración coral, para obtener del Señor este don, confiados en la intercesión de María Inmaculada, venerada el día 11 en la memoria de las apariciones de Lourdes. En el mismo día celebramos la Jornada mundial del enfermo. La ocasión nos llama a estar cerca de nuestros hermanos enfermos por ancianidad o enfermedad (RV 140), a visitarlos, a valorar su cooperación en la misión de la Congregación.

      El día 2, fiesta de la Presentación del Señor, se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada. Sea una circunstancia que nos ofrece la oportunidad de testimoniar y dar a conocer y valorar la vocación religiosa, para que otros, llamados por el Señor, puedan unirse a nosotros al servicio del reino de Dios, abrazando el carisma pavoniano.

      Entre el 8 y el 10, en Brasil se celebrarán diversos encuentros (animadores vocacionales y formadores, asamblea provincial, superiores y vicesuperiores), para favorecer un válido enfoque del nuevo año de actividad, que deseo fecundo de bien para todos. También en España, el 9 y el 10, está programado un encuentro de formación permanente para religiosos y laicos sobre el año de la fe y el Año mariano. Igualmente, en Lonigo, se celebrará el 5º encuentro anual de la Familia pavoniana en Italia.

      El martes 16 partiré para visitar las comunidades de México, y proseguir después con las de Colombia.

      El día 13, miércoles de ceniza, comenzaremos el camino de la cuaresma. Sea un renovado tiempo de gracia y conversión para todos nosotros, urgidos por el Año de la fe y el año mariano que estamos viviendo. Que cada uno pueda experimentar lo que rezamos en el salmo: Dichosos el que tú eliges y atraes
hacia ti
(64, 5). Es mi deseo para cada uno de vosotros. Os saludo cordialmente en el Señor.

p. Lorenzo Agosti

 

Tradate, 29 gennaio 2013.